La Comisión Europea ha abierto una investigación «en profundidad» contra Amazon tras su adquisición de iRobot, empresa detrás de los aspiradores Roomba, por las ventajas que la transacción podrían dar a la primera a la hora de «restringir» la competencia en el mercado de aspiradores autónomos a la vez que «refuerza su posición como proveedor de mercado».
Según las averiguaciones preliminares del organismo, la adquisición «podría» permitir que Amazon limite la competencia al impedir o dificultar la comercialización de aspiradores rivales en su web, o mediante la restricción de la compatibilidad de estos con otros dispositivos domésticos, como Alexa.
Asimismo, la Comisión asegura que la operación faculta a la multinacional estadounidense reforzar su nicho de mercado ‘online’ al valerse de los datos de los usuarios recabados por iRobot para posicionar anuncios y publicidad afines a sus intereses empresariales.
De esta forma, concluye la Comisión, «la transacción podría subir las barreras de entrada y expansión para los competidores de Amazon en detrimento de los consumidores».
Ya en febrero, el diario ‘Financial Times’ adelantó que la Comisión Europea estaría pensando en iniciar una investigación antimonopolio contra Amazon por este mismo asunto, pues, precisamente, a los reguladores ya les preocupaba el uso de estos datos en prácticas anticompetitivas.
Ante este sentido, Amazon se ha pronunciado y explica que «continuamos trabajando en el proceso con la Comisión Europea y estamos centrados en abordar sus preguntas y cualquier otra inquietud o duda identificada en esta etapa. iRobot ofrece productos prácticos e innovadores y se enfrenta a una intensa competencia. Creemos que Amazon puede ofrecer a una empresa como iRobot los recursos necesarios para acelerar la innovación e invertir en aspectos importantes, mientras se intentan reducir o ajustar los precios para los consumidores».