El consorcio SIS, conformado por Sacyr y Fininc, ha firmado el contrato de explotación de las autopistas italianas A21, A5, Circunvalación de Turín y el tramo Turín-Pinerolo, que suman 320 kilómetros y un volumen de negocio de 3.700 millones de euros durante el plazo del contrato de 12 años.
La compañía se adjudicó oficialmente este proyecto el pasado mes de octubre, después de que el Consiglio di Stato (equivalente al Tribunal Supremo en España) confirmase a SIS como ganador del concurso, tras la presentación de un recurso por parte de una de las empresas rivales.
El proyecto prevé unos ingresos por tráfico superiores a los 2.900 millones de euros durante los 12 años de la concesión, mientras que la concesión incluye el diseño y ejecución de las obras con las que se mejorarán estas autopistas, con una inversión prevista de 800 millones de euros, sumando un total de 3.700 millones de euros.
La compañía defiende que se trata de unas infraestructuras estratégicas para las comunicaciones del norte del país, ya que sirven para conectar Turín con otras grandes ciudades, en una de las zonas más industrializadas de Italia. Las autopistas firmadas ahora tienen una intensidad media diaria cercana a los 33.000 vehículos.
En noviembre de 2020, un consorcio liderado por la italiana ASTM se adjudicó este contrato pero con un litigio abierto que la compañía recurrió y que en abril de 2021 el Consiglio di Stato rechazó inicialmente, revocando así la adjudicación, que pasaría a manos del único otro rival en el concurso, el consorcio integrado por Sacyr.
Italia es un mercado prioritario para Sacyr, donde el grupo, a través del consorcio SIS, cuenta ya con las concesiones de la autopista Pedemontana-Veneta, la A-3 Nápoles-Pompeya-Salerno o la Via del Mare.