El secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de España, Benito Núñez, ha anunciado este martes en Melilla que el Gobierno de la Nación se plantea la limitación del precio máximo del avión entre Melilla y Madrid «para residentes y no residentes». El alto responsable ministerial también ha destacado que para el nuevo contrato marítimo con Málaga, Almería y Motril (Granada) el objetivo es lograr «los billetes de barco más bajos de precio que se pueda».
En rueda de prensa acompañado por la delegada del Gobierno melillense, Sabrina Moh, antes de constituirse el «Grupo de Trabajo de Transportes» dentro del «Plan Estratégico» aprobado por el Ejecutivo Central para Ceuta y Melilla, Benito Núñez ha manifestado que «hay una ruta que nos preocupa especialmente que es la ruta Medilla-Madrid, en la que estamos viendo que el precio se ha incrementado y queríamos llevar a este grupo de trabajo una propuesta que es el establecimiento de una Obligación de Servicio Público (OSP) de limitación de precio máximo».
Benito Núñez ha explicado que esta fórmula de OSPs de limitación de precio máximo «está prevista para establecerse en las dos rutas en los archipiélagos balear y canario» y ha apuntado que «pueda dar respuesta a esa necesidad de contención de precio máximo en la línea».
De hecho, tal y como ha señalado, se trata de establecer «un tope al precio, por encima del cual el operador no puede cobrar los billetes».
Al respecto, ha explicado que esta fórmula difiere de las OSP convencionales que hay en vigor porque afecta exclusivamente al precio de los billetes. «Es un proyecto piloto, es la primera vez que se va a hacer esa medida tan concreta y tan específica, que lo que presume es que el único problema que hay en la línea es el precio», ha indicado, en referencia a que el problema no estriba ni en las frecuencias o en el servicio, sino en el precio, «que es lo que está distorsionado y que lo limita en esa OSP».
Así, ha avanzado que trasladarán esta propuesta al Grupo de Trabajo «para evaluar cómo funciona, para decidir si compensa ponerlo en marcha o hay que adoptar medidas alternativas».
En su intervención, el titular de la Secretaría General de Transportes Aéreo y Marítimo ha destacado la importancia de los transportes para Melilla y ha incidido en que este Grupo de Trabajo va a «tratar de dar respuesta en la mejor manera posible a las necesidades de la ciudad».
En este sentido, ha explicado que el cambio de categoría del aeropuerto de 2C a 3C «habilita la posibilidad de que aviones más grandes puedan operar» pero ha apuntado que, en su opinión «lo que realmente necesita la ciudad es mejorar las conexiones».
«Solo, de por sí, con una ampliación de la pista, no supone que vayan a venir mejores aviones. La pista en sí, la infraestructura, está, ya está a 3C, pero no es sólo la infraestructura lo que determina la conectividad», ha explicado, y ha adelantado que «a partir del 1 de abril, se va a aumentar el horario del aeropuerto, y las compañías aéreas ya han previsto más frecuencias».
«Si se mete un avión más grande en algunas rutas, lo que puede que haya son menos frecuencias», ha expuesto, al tiempo que se ha preguntado si el ciudadano lo que demanda es un avión más grande pero menos viajes a lo largo del día, o un mayor número de frecuencias y más horarios entre los que elegir.
«BARCOS A PRECIOS BAJOS»
Preguntado sobre el transporte marítimo, Núñez ha apuntado que ahora mismo hay en marcha la licitación de un nuevo contrato marítimo y que éste ha sido recurrido frente al Tribunal de Recursos Contractuales (TACRC) en diversas cuestiones, algunas relativas a los buques que prestan servicio en la línea y otras a la separación en lotes del contrato.
«El contrato prevé tres conexiones, como son Melilla-Motril, Melilla-Málaga y Melilla-Almería, en un único lote. Vamos a ver en qué sentido se pronuncia el TACRC. Nosotros no tenemos ningún inconveniente, como puede ser otra manera, en modificar todo aquello que se nos diga que ha de ser modificado», ha relatado.
No obstante, ha advertido de que, si se separa en dos lotes, no va a haber posibilidad de que el barco que opere en una de las rutas se intercambie con el barco que opere en otra «y eso va a hacer que, en los momentos en los que en unas líneas haya más demanda, es decir, cuando un barco vaya vacío en una línea, no se va a poder cambiar el barco a una línea que puede tener más demanda».
Eso, según ha explicado, «va a tener un coste y va a repercutir en el precio final del contrato y nuestro objetivo es que los usuarios de estas líneas, los ciudadanos, tengan los billetes más bajos de precio que se pueda».
En este sentido, Benito Núñez ha asegurado que se ha hecho un esfuerzo económico muy importante en el importe de licitación del contrato, con una cifra histórica de 20 millones de euros, buscando, precisamente contar con barcos de calidad y precios bajos para los residentes.