El consejo de administración de BBVA ha dado luz verde a una emisión de participaciones preferentes eventualmente convertibles (‘CoCos’) en acciones ordinarias del banco por un importe nominal máximo de 1.500 millones de euros «o su equivalente en cualquier otra divisa», con exclusión del derecho de suscripción preferente de los accionistas, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En los informes sobre la emisión que el banco ha puesto a disposición de los accionistas, BBVA explica que el motivo de esta emisión es el de mantener unos márgenes de gestión «adecuados», por encima de los requerimientos que le resultan de aplicación, reforzando a su vez el cumplimiento de mantener un volumen mínimo de fondos propios y pasivos admisibles, conocido como el requisito regulatorio MREL por sus siglas en inglés.
Adicionalmente, existe también un requisito de subordinación que obliga a las entidades a que parte de su requisito MREL se cumpla con un porcentaje mínimo de instrumentos subordinados.
«Este tipo de emisiones son recurrentes y habituales por parte de las entidades de crédito, que han venido realizando numerosas operaciones de este tipo en todos los mercados mundiales desde que, en 2013, BBVA realizase la primera emisión de estas características para cumplir con la normativa de solvencia con el objetivo de poder atender de forma eficiente a sus necesidades de AT1 (capital de nivel 1)», señala la entidad.
El pasado mes de septiembre, BBVA colocó un bono contingente convertible AT1 (CoCo) por 1.000 millones de dólares. Además, la entidad decidió a mediados de este mes amortizar anticipadamente ‘CoCos’ emitidos en 2019 por valor de 1.000 millones de euros.
El banco afirma que esta nueva emisión de hasta 1.500 millones de euros le permitirá «una gestión prospectiva y ordenada de las expectativas del mercado así como de los vencimientos y opciones de amortización anticipada de las emisiones de AT1 que actualmente tiene en circulación, garantizando en todo momento el cumplimiento de sus requisitos de solvencia de forma eficiente y aprovechando, eventualmente, las circunstancias de mercado existentes en cada momento».
Por todo ello, apunta la entidad, «resulta aconsejable» disponer de una autorización previa que permita realizar una nueva emisión de instrumentos AT1 para poder aprovechar situaciones adecuadas en términos económicos y de mercado, a fin de poder realizar la emisión en el momento que se considere oportuno.
El informe sobre la emisión ha sido realizado por el área de Finanzas de BBVA, que a su vez se ha apoyado en un informe elaborado por BNP Paribas, «banco de inversión de primer nivel con reconocida experiencia en este tipo de emisiones», así como en el informe jurídico de J&A Garrigues, asesor legal externo de la emisión.
Estos informes sobre la emisión serán comunicados a la junta general ordinaria de accionistas que BBVA celebrará, previsiblemente en segunda convocatoria, el próximo 15 de marzo.
CONDICIONES DE LA EMISIÓN
Según explica la entidad, el importe nominal máximo previsto de esta emisión es de 1.500 millones de euros o su equivalente en cualquier otra divisa, con un valor nominal de, al menos, 100.000 euros por cada valor. Está previsto que la colocación de los valores se realice mediante un procedimiento de prospección de mercado o ‘book-building’ dirigido de forma colectiva al mercado institucional, a través del cual se determinará el precio de la emisión en función de las ofertas de mercado recibidas.
Los titulares de la emisión, que será de carácter perpetuo y, por tanto, sin fecha de vencimiento, podrán recibir una remuneración no acumulativa que se determinará en función del tipo de interés aplicable sobre el importe nominal de los valores.
Éstos se convertirán en acciones ordinarias de BBVA de nueva emisión cuando la ratio de CET1 del emisor o de su grupo consolidable sea inferior al 5,125%, calculada con arreglo a la normativa de solvencia o a cualquier otra normativa aplicable a BBVA en cada momento.
Asimismo, los valores podrán convertirse en acciones ordinarias de BBVA de nueva emisión si adopta cualquier medida que tenga como consecuencia la aprobación de una reducción de su capital social.
El precio de conversión será igual o superior al precio de mercado de la acción de BBVA en el momento de la conversión de los valores, no pudiendo ser en ningún caso inferior al valor nominal unitario de las acciones ordinarias del banco.
En el momento de adopción del acuerdo de emisión, se acordará a su vez un aumento del capital social en la cuantía necesaria para atender a la eventual conversión de los valores. El número máximo de acciones de BBVA a emitir para atender a la conversión vendrá determinado por el cociente entre el importe nominal total de la emisión y el precio de conversión.
El banco señala que, por ahora, no es posible determinar el importe exacto del capital social que será necesario para poder atender a la eventual conversión de los valores, pues ello dependerá del importe nominal definitivo de la emisión y del precio de conversión.
No obstante, considerando que la emisión tiene un importe nominal máximo de 1.500 millones de euros (o su equivalente en cualquier otra divisa) y que el precio de conversión no podrá ser inferior a 3,75 euros (o su equivalente en cualquier otra divisa), el número máximo de nuevas acciones ordinarias que sería necesario emitir alcanzaría los 400 millones de títulos.