Economía

Banco de España vincula la elevada inflación desde 2021 al aumento de establecimientos que subieron precios

El aumento de la tasa interanual del Índice de Precios al Consumo (IPC) durante el período 2021-2023 vino marcado por incrementos notables del número de establecimientos que subieron sus precios de un mes a otro, mientras que el tamaño de estos ajustes de precios se mantuvo básicamente constante.

Así se desprende del informe titulado ‘El repunte inflacionario en España entre 2021 y 2023: evidencia con microdatos’, publicado este martes por el Banco de España. Este análisis permite entender en qué medida el repunte inflacionario registrado en España entre 2021 y 2023 se debió a cambios en el número de establecimientos que ajustan precios, frente a cambios en el tamaño de los ajustes de precios.

Según las conclusiones del informe del Banco de España, la elevada inflación observada en 2021-2023 fue resultado de un aumento de la proporción de establecimientos que subieron los precios de sus productos, y no de un aumento del tamaño de cambios de precios.

En España, como en muchos otros países, la tasa interanual de inflación comenzó a mostrar un repunte en 2021, tras los moderados niveles de los años anteriores. Si a principios del año 2021 la tasa de aumento interanual del índice de precios de consumo (IPC) se situaba alrededor del 0%, en diciembre de ese mismo año dicha tasa ya había alcanzado el 6,5%, su valor más alto en décadas.

Ya en 2022, la inflación siguió al alza y mantuvo valores alrededor del 10% durante el verano de ese año, momento a partir del cual emprendió una caída continuada hasta niveles más próximos a las medias históricas.

EL SECTOR DE ALIMENTOS ELABORADOS REGISTRÓ MAYOR AUMENTO DE PRECIOS

Por sectores, fue en los alimentos, en especial en los elaborados, donde la frecuencia de subidas de precios aumentó con mayor intensidad. Esta también se incrementó en el sector de bienes industriales no energéticos, pero de forma más moderada y más transitoria, ya que a partir del tercer trimestre de 2022 dicha frecuencia se situó cerca de los niveles previos al repunte de la inflación.

Por su parte, el estudio indica que los servicios también experimentaron un aumento de la frecuencia de subidas de precios, si bien en mucha menor medida que el resto de los sectores.

ASIMETRÍAS EN EL AJUSTE DE LOS PRECIOS AL ALZA O A LA BAJA

El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos ha encontrado también la evidencia de asimetrías en el ajuste de los precios al alza o a la baja realizado por los establecimientos.

Según explican los expertos de Banco de España, dada una misma brecha entre el precio vigente y una estimación del precio óptimo, el número de establecimientos con precio inferior al óptimo que lo aumentan supera al de establecimientos con precio superior al óptimo que lo bajan. «Esta asimetría se ha vuelto más pronunciada durante el reciente período inflacionario», sostienen desde el Banco de España.

Por ejemplo, si el precio de un producto está un 50% por debajo de su óptimo, el establecimiento medio lo ajusta (al alza) con una probabilidad de cerca del 30%. Sin embargo, si el precio está 50% por encima de su precio óptimo, el establecimiento lo ajusta (a la baja) con una probabilidad apenas superior al 15%.

Por tanto, el porcentaje de establecimientos que ajustan precios ante un incremento de costes que produce una determinada brecha de precio negativa es superior al porcentaje de los que ajustan precios ante una caída de los costes.