El gobernador del Banco de España y actual presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS, por sus siglas en inglés), Pablo Hernández de Cos, ha advertido de la necesidad de buscar acuerdos internacionales para abordar desafíos como la IA y el clima, señalando que los avances en la cooperación para apuntalar la estabilidad financiera global pueden servir de ejemplo.
«Sabemos que es imposible resolver los desafíos que plantean temas como la IA o el clima sin un acuerdo internacional común», señala el banquero central español en declaraciones a ‘Financial Times’, donde apunta que la situación geopolítica hace cada vez más difícil llegar a acuerdos globales.
Sin embargo, De Cos subraya que, en la actualidad, el número de cuestiones y problemas en las economías y sociedades que son realmente globales ha aumentado claramente; lo que, en su opinión, debería llevar a concluir la necesidad de un mayor papel de las instituciones internacionales y de una coordinación a nivel internacional para dar una solución eficaz y óptima a esos problemas.
En este sentido, si bien reconoce su preocupación porque la situación «a nivel geopolítico muestra que llegar a acuerdos comunes es cada vez más difícil, considera que el ejemplo de la estabilidad financiera muestra que todavía hay un apetito significativo por alcanzar acuerdos globales en este ámbito… «y tal vez eso podría usarse como ejemplo para otros temas».
Una de estas cuestiones sería la de la IA, respecto de la que, en su papel como presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, De Cos apunta que el Comité ya estaba analizando las implicaciones para la estabilidad financiera de los desarrollos tecnológicos, añadiendo que «en los próximos meses» se publicará un informe sobre eso y las implicaciones regulatorias y de supervisión asociadas.
En este sentido, el español defiende que, mientras que la estabilidad financiera es sólo una dimensión, hay muchas otras consecuencias potencialmente más importantes relacionadas con la IA que, si no se gestionan adecuadamente, «podrían cambiar el curso de la historia, no necesariamente para bien».
«Si no somos capaces de dar una respuesta global coordinada, se reducirá la probabilidad de encontrar la solución adecuada a estos desafíos», apostilla.