La Asociación Bancaria, el sindicato en el que están organizados los trabajadores de las entidades bancarias que operan en Argentina, ha mostrado su rechazo rotundo a la privatización del Banco Nación y de sus empresas vinculadas, así como a la privatización del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y la Casa de la Moneda.
El Banco Nación de Argentina, perteneciente al Estado, será privatizado como parte de la ley omnibús que aprobará el recién estrenado Gobierno de Javier Milei para lograr una gestión más eficiente y tener un negocio bancario más rentable, en línea con la estrategia del Ejecutivo de privatizar diversas empresas públicas.
En un comunicado emitido este miércoles, el sindicato bancario se ha opuesto a esta intención del Gobierno, asegurando que se usan unos argumentos que están cargados de datos erróneos, con una clara intención de desvirtuar la información y confundir a la opinión pública para legitimar una idea que de otro modo no podrían materializar.
Además, ha recordado que el rol principal del banco es dar una asistencia social a los argentinos que es «irrenunciable» y que no puede dar ningún banco privado, puesto que estos solo buscan ganar dinero e incrementar la rentabilidad.
El presidente del banco, Daniel Tillard, defendió días atrás dar este paso. «El reordenamiento económico de la Argentina generará un cambio sustancial del negocio bancario. El desempeño del Banco Nación deberá basarse en el aumento de los préstamos a favor de las pymes y las familias y en optimizar su funcionamiento», sostuvo.
Desde hace semanas, con la llegada de Milei al poder, se ha especulado con que se diera este paso en la entidad bancaria, así como en otras empresas estatales como la petrolera YPF o Aerolíneas Argentinas. Las primeras medidas del nuevo Gobierno, como el decreto de necesidad y urgencia, abren la puerta a seguir este camino, con el objetivo de reducir el gasto del Estado.