Axa Investment Managers ha expresado este lunes su desconcierto por «lo agresivo que sigue siendo el mercado» en sus expectativas tanto para el Banco Central Europeo (BCE) como para la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos respecto a recortes prematuros e intensos de los tipos de interés.
El economista jefe de la entidad, Gilles Moëc, ha señalado que, aunque en lo que va de este nuevo año el mercado de renta variable no ha mantenido su exuberancia prenavideña, los contratos a plazo sugieren que los inversores siguen creyendo que el BCE y la Reserva Federal adoptarán medidas acomodaticias rápidas y masivas en 2024.
En ese sentido, Moëc ha expresado su discrepancia y ha asegurado que ellos optan por mantener un enfoque más cauto, por el que prevén tres recortes de 25 puntos básicos por parte de la Fed y el BCE de aquí a finales de 2024, lo que llevaría los tipos de interés de ambas entidades, respectivamente, al 4,5-4,75% y el 3,75%.
Con todo, desde Axa comparten la opinión del mercado, de acuerdo a su escenario central, de que los dos grandes bancos centrales occidentales actuarán de forma sincronizada.
Además, a la hora de explicar su negativa a compartir la previsión de bajadas prontas de los tipos, han aducido que las actas [de la última reunión de política monetaria de la Fed] sugieren que los miembros del organismo «siguen siendo muy prudentes en su valoración de la situación estadounidense».
Del lado del BCE, han expuesto que, si bien no hay grandes razones para dudar de que la inflación general reanudará dentro de unos meses su normalización, no hay en este momento ninguna «señal de alarma» para el BCE que obligue al Consejo de Gobierno a un giro rápido que se materialice en una bajada de tipos en marzo, a la que el mercado sigue atribuyendo una probabilidad del 50%.
Por otra parte, Moëc ha apuntado que los escenarios alternativos giran en torno a dos errores: los bancos centrales pueden haber ido ya demasiado lejos y haber creado una «recesión propiamente dicha» que, en última instancia, llevaría la inflación por debajo del objetivo o, por el contrario, es posible que hayan detenido su endurecimiento demasiado pronto, haciendo imposible que la inflación vuelva completamente al 2%.
Asociado a esto, el analista ha señalado que la eurozona corre más riesgo de caer en el primer escenario y EE.UU. en el segundo, ya que una diferencia fundamental entre ambas es que en la primera el efecto máximo del endurecimiento de las condiciones monetarias, dados los retardos de transmisión, coincidirá con el inicio de la restricción presupuestaria.