Boeing está cayendo un 6,7% en la Bolsa de Nueva York, hasta los 232,21 dólares (21.167 euros) por acción, pasadas las 17.00 horas de este lunes tras la orden de la Administración Federal de Aviación (FAA) de paralizar todos los vuelos en territorio nacional de los aviones 737 MAX después de que uno de estos aparatos registrara un reventón de su fuselaje el pasado 5 de enero.
La aeronave, operada por Alaska Airlines, tuvo que hacer un aterrizaje forzado a 4.800 metros de altitud durante un trayecto desde Portland (Oregón) a Ontario (California).
Así pues, en virtud de una directiva de emergencia, la actividad de estos aparatos «queda prohibida hasta su inspección y las medidas de corrección oportunas», en una decisión que afecta aproximadamente a 171 aviones.
Junto a la compañía estadounidense, Spirit AeroSystems, fabricante del panel afectado en el incidente, también registra una gran caída en el valor bursátil del 8%. Por su parte, las acciones de Alaska Airlines alcanzan un descenso por encima del 2%.
En declaraciones de Boeing del pasado viernes, el fabricante se encuentra trabajando para recopilar más información y en contacto con la aerolínea cliente, además de disponer de un equipo técnico listo para apoyar la investigación.
«Estamos de acuerdo y apoyamos plenamente la decisión de la FAA de exigir inspecciones inmediatas de los aviones 737-9 con la misma configuración que el avión afectado», añadió en el comunicado.