El gigante danés del transporte de contenedores A.P. Moller-Maersk ha ordenado a todos los barcos de la compañía que desde el pasado viernes habían pausado sus rutas a través del mar Rojo que se desvíen hacia África, a través del cabo de Buena Esperanza, según ha anunciado la multinacional.
«Por razones de seguridad, todos los buques que anteriormente habían hecho una pausa y que debían navegar a través de la región ahora serán desviados alrededor de África a través del cabo de Buena Esperanza», ha confirmado la empresa, indicando que los navíos continuarán sus viajes por las rutas desviadas «tan pronto como sea operativamente viable».
Hasta ayer, la compañía danesa tenía aproximadamente 20 buques que habían detenido sus tránsitos en la zona, la mitad de ellos esperaban al este del golfo de Adén y el resto esperaban al sur de Suez en el mar Rojo o al norte de Suez en el mar Mediterráneo.
Asimismo, Maersk ha advertido de que para todos los viajes futuros planificados de buques a través de la zona del mar Rojo y el golfo de Adén, «se llevará a cabo una evaluación caso por caso para determinar si es necesario realizar ajustes, incluidos desvíos a través del cabo de Buena Esperanza y otras medidas de contingencia».
Por otro lado, la multinacional ha destacado la rápida reacción de los gobiernos mundiales con esfuerzos conjuntos en materia de seguridad marítima internacional y la creación de capacidad en la zona para presentar una solución que permita volver al tránsito por la región del mar Rojo y el golfo de Adén y por el Canal de Suez en un futuro próximo.
Sin embargo, la danesa ha advertido de que, en este momento, sigue siendo difícil determinar exactamente cuándo será, por lo que, mientras tanto, la ruta a través del cabo de Buena Esperanza brindará en última instancia resultados más rápidos y predecibles para los clientes y sus cadenas de suministro.
Maersk mantiene su compromiso de colaborar estrechamente con socios de la industria y entidades internacionales para buscar una resolución y hacer todo lo posible para restaurar el flujo de mercancías y minimizar la interrupción de las cadenas de suministro globales.