Economía

Abante aconseja una planificación financiera y personal para rentabilizar un premio de Lotería

La firma de inversión Abante aconseja hacer un ejercicio de planificación financiera y personal a los que resulten agraciados con algún premio de Lotería al objeto de tener la oportunidad de pensar cuáles son los objetivos vitales que se persiguen y cómo el dinero del premio puede ayudar a alcanzarlos.

El próximo viernes 22 de diciembre, Loterías y Apuestas del Estado celebra el sorteo de la Lotería de Navidad, con 2.590 millones de euros en juego, poniendo a la venta un total de 185 millones de décimos.

En 2023 se prevé que el gasto medio por español supere la cantidad del año pasado, que fue de 71,67 euros, según la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae).

En el caso de ser uno de los afortunados, se plantean distintas preguntas: ¿cómo sacarle el máximo partido al dinero del premio?, ¿qué impuestos hay que pagar?, ¿es más recomendable invertir, amortizar la hipoteca o ayudar a algún familiar?

Recibir una gran cantidad de dinero de forma inesperada produce euforia y, en ocasiones, esta puede hacer que se tomen decisiones poco meditadas y emocionales. Y es que no se valora igual el dinero si este es fruto del esfuerzo o del trabajo propio que si procede de haber ganado un premio o se ha recibido por una herencia.

De hecho, las cifras reflejan que la alegría de ser premiado puede volverse en contra si no se administra bien el dinero. Un estudio de la asociación European Financial Planning Association (EFPA) pone de manifiesto que el 70% de los premiados con la Lotería de Navidad tiene mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio.

Con el objetivo de evitar tomar malas decisiones financieras y de inversión, y conseguir que los afortunados le saquen el máximo partido posible al premio, desde Abante han preparado una serie de recomendaciones con los aspectos más relevantes que hay que tener en cuenta.

El primer consejo, así como el más importante, es mantener la calma, es decir, no hacer nada con el dinero del premio durante un periodo de tiempo de varios meses para habituarse a vivir con esa cantidad de más.

El motivo principal de dejar pasar un tiempo es evitar tomar decisiones precipitadas, ya que en estos casos es común dejarse llevar por las emociones, querer darse un capricho y terminar haciendo una mala inversión.

Resulta habitual escuchar a los premiados decir que lo primero que quieren hacer es cancelar la hipoteca -especialmente este año con la subida del Euríbor-, regalar parte del premio a algún familiar o, incluso, retirarse del ámbito laboral antes de tiempo.

Por eso, es recomendable tomarse esos meses antes de comenzar a gastar o a invertir ese dinero para que la persona agraciada con la lotería se asegure de que está tomando la mejor decisión y que en ese periodo pueda reflexionar sobre qué es lo que realmente quiere conseguir con ese dinero extra que le ha llegado a la cuenta.

«En resumen, se trata de hacer un ejercicio de planificación financiera y personal para tener la oportunidad de pensar cuáles son los objetivos vitales que se persiguen y cómo el dinero del premio puede ayudar a alcanzarlos», señala la firma.

Asimismo, este proceso permitirá al agraciado pensar a largo plazo, proyectar qué metas, necesidades o preocupaciones tiene o va a tener a lo largo del tiempo y contextualizar el dinero de la lotería en esos planes, ya sean personales, profesionales o familiares, siempre teniendo en cuenta que la ley da un plazo máximo de tres meses para cobrar el décimo.

¿CÓMO TRIBUTA EL PREMIO?

Una de las dudas más recurrentes suele ser la fiscalidad del premio. Hacienda siempre se queda una parte del mismo, pero solo si supera los 40.000 euros.

El porcentaje por el que hay que tributar es del 20%. Por lo tanto, si toca un décimo de ‘El Gordo’, 400.000 euros, se tributará por 360.000 euros a un tipo del 20%.

Con esto, Hacienda se quedará 72.000 euros y el premiado, 328.000 euros. El segundo premio son 125.000 euros por décimo, de los cuales Hacienda se quedará 17.000.

Y, el tercero, de 50.000 euros al décimo ganador, tendrá que pagar 2.000 euros. Los cuartos y quintos premios, que reparten 20.000 y 6.000 euros al décimo respectivamente, están exentos.

Es importante destacar que, a la hora de realizar la declaración de la renta, el premiado no debe hacer ningún trámite. Así, no se incluirá en la base imponible del IRPF, aunque sí en el apartado de ganancias y pérdidas patrimoniales no derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales.

Tampoco tendrá impacto haber ganado el premio a la hora de solicitar ayudas públicas, becas o prestaciones de la Seguridad Social. Sin embargo, sí hay otros aspectos que se deben tener en cuenta al pensar en las repercusiones fiscales de la lotería, porque serán un gasto más que hará que la cuantía neta a ingresar se reduzca.

Esto ocurre con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Si se quiere donar parte del premio a un familiar hay que tener presente que, si no se puede demostrar que el boleto es compartido, hay que tributar en algunas comunidades autónomas.

Por otra parte, en aquellos casos en los que el premiado sea una compañía, empresa u otra forma jurídica de sociedad, las condiciones fiscales varían. Dadas esas circunstancias, el dinero que se hubiese ganado quedaría integrado en la base imponible del Impuesto de Sociedades, y esa misma cuantía, sería descontada de lo que saliese a pagar a la Agencia Tributaria.

INVERTIR PARA RENTABILIZAR EL DINERO DEL PREMIO

Una vez establecidos los objetivos vitales y entendida la fiscalidad del premio, el siguiente paso es hacer números. Y en este ejercicio es aconsejable tener en mente no solo la situación financiera personal actual, la capacidad de ahorro, los ingresos futuros o las deudas, sino también cuándo se tiene pensado jubilarse y de qué forma, la situación familiar, el incremento de la esperanza de vida y la aversión al riesgo.

Con este ejercicio se podrá ver si el premiado necesita acudir a los mercados financieros y a qué tasa de rentabilidad debería invertir para cumplir sus objetivos. Además, hay que tener en cuenta la inflación y pensar si la rentabilidad que ofrece el producto que se tiene en mente en mente la supera o no.

Igualmente es muy importante saber que, si se decide no invertir el dinero, dentro de unos años se perderá poder adquisitivo, a medida que los precios se incrementasen, al no cubrir la inflación.

Es decir, si se tienen 328.000 euros y no se invierten, pasados 20 años y contando con una inflación media anual del 2% (objetivo del BCE), ese dinero equivaldría a unos 220.734 euros (actuales).

Si se tiene en cuenta que actualmente los datos de inflación en la zona euro son cercanos al 3%, ahora es más importante que nunca rentabilizar el dinero del premio para que este no pierda valor con el paso de los años. Si se quiere superar a la inflación en 2 puntos (es decir, conseguir una rentabilidad anual media del 4%) habría que invertir en una cartera con el 50% de la inversión en renta variable.

Así, para maximizar el dinero del premio es importante contar con carteras diversificadas, tanto por distribución geográfica, como por sectores y tipo de activos.

¿ES BUENA IDEA AMORTIZAR LA HIPOTECA?

La decisión de amortizar no tiene por qué ser la más adecuada. Es recomendable realizar un análisis de la situación particular para ver si la rentabilidad que da el dinero invertido es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no interesaría amortizar y convendría más invertir ese dinero.

Asimismo, hay que tener en cuenta que, si la vivienda habitual se compró antes de 2013, existe una ventaja fiscal en el IRPF (la ley permite deducirse cada año un 15% de una cuota máxima de 9.040 euros) que puede que no interese perder.