FCC Medio Ambiente ha emitido un bono verde de 600 millones de euros con un plazo de seis años para refinanciar otro bono actual de deuda por ese mismo valor que vence el próximo 4 de diciembre.
La demanda ha superado los 1.400 millones de euros entre los clientes potenciales y el precio de referencia estaba marcado en mid swap +190 puntos básicos, según ha informado ‘Bloomberg’.
La compañía ha designado a CaixaBank como coordinadora global y, junto con BBVA, como asesor de estructuración verde. Asimismo, las dos entidades españolas, junto con Santander, Crédit Agricole, CIB, HSBC y Société Générale, actuarán como ‘bookrunners’.
Según figura en una presentación a analistas de la compañía, entre los objetivos finales de la compañía con esta emisión también está el financiar o refinanciar –total o parcialmente– el desarrollo, construcción, instalación, mantenimiento de nuevos proyectos o de actividades ya existentes, en línea con su marco de financiación sostenible.
Para cubrir el riesgo de refinanciación del bono, FCC Medio Ambiente ya ha puesto en marcha una línea de crédito con respaldo de 600 millones de euros hasta febrero de 2024, según afirmó Fitch en su última revisión de calificación del pasado mes de septiembre, en la que aumentó en un escalón su nota, hasta ‘BBB’ desde la anterior ‘BBB-‘.
En junio, FCC acordó con el fondo de pensiones de Canadá, CPP Investments, la venta de un 24,9% de esta filial de servicios por 965 millones de euros. Parte de esos fondos los utilizará para lanzar una auto-OPA de 400 millones para hacerse con el 7% del capital en manos de accionistas.
En 2022, Medio Ambiente registró unos ingresos de 3.615,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,4% respecto al año anterior, al mismo tiempo que su beneficio ascendió a 210,3 millones de euros, un 17% más, representando el 66,7% de las ganancias de todo el grupo FCC.
En septiembre, FCC Medio Ambiente actualizó su marco de financiación verde con el asesoramiento de CaixaBank CIB&IB. DNV fue la encargada de verificarlo y emitió una opinión independiente favorable.
Como novedad, se incluyó una referencia a la Taxonomía de la UE, con el fin de establecer una relación entre los proyectos que van a ser financiados a través de esta nueva versión del marco y las actividades sostenibles definidas en esta taxonomía.