Economía

La patronal catalana Pimec abre delegación en Madrid y reclama su espacio en el diálogo social

La patronal catalana de la pequeña, mediana y microempresa (Pimec) ha abierto una delegación en Madrid con el objetivo de defender los intereses de las pymes catalanas y reclamar su espacio en el diálogo social.

De esta manera, Pimec ha ‘fichado’ en Madrid al exdiputado del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCat), Ferran Bel, quien será el representante permanente y encargado de fortalecer la presencia e influencia de la patronal de pymes catalanas en la capital española, mantener las relaciones institucionales y detectar oportunidades para aumentar la visibilidad y reputación de Pimec en el ámbito nacional.

Asimismo, se coordinará con el gabinete de presidencia y el área institucional de Pimec, con la delegación de la patronal en Bruselas y con otras organizaciones con objetivos comunes como Conpymes o la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad.

En un encuentro con medios en Madrid, Ferran Bel ha asegurado que, con su presencia en Madrid, busca «defender los intereses de las empresas catalanas prioritariamente, así como la del resto del país», para lo que Bel ha aseverado estar dispuesto a hablar «con todos los partidos políticos, no solo los catalanes».

«Entendemos que mantener estos puentes de diálogo con distintos agentes económicos es una buena base para que, cuando existan momentos de dificultad o controversia por diferentes intereses, se pueda llegar a puntos de acuerdo», ha recalcado.

Asimismo, ha asegurado que la presencia de Pimec en Madrid no implica que se «vaya quitar el sitio a nadie». «Vamos a hacerlo de la mejor forma posible, pero defendiendo nuestros intereses», ha reiterado.

Por su parte, el presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha agregado que, con su llegada a Madrid, la patronal catalana de pymes busca tener su espacio en el diálogo social y un papel en la próxima legislatura a través de la colaboración con distintos organismos.

CAÑETE CRITICA A DÍAZ POR NO DAR A PIMEC «PARTICIPACIÓN Y VOZ PROPIA»

En este punto, Cañete ha criticado que a Pimec se le haya negado el tener «participación y voz propia» a nivel nacional cuando a nivel legal tiene «derecho» a ello y ha criticado a la ministra en funciones de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, por no «tener calculadora» y no haber solucionado dicho problema durante esta legislatura.

«En el sector logístico, Pimec es la patronal con más representación en cuatro organizaciones. Solo con ello, a nivel legal, tiene derecho a tener un sitio en el diálogo social», ha aseverado Cañete.

Asimismo, el presidente de Pimec ha recordado que durante la pasada Presidencia del Consejo de la Unión Europea, a cargo de Suecia, ya se advirtió a España de la necesidad de «mejorar» sus procesos de transparencia en lo que respecta a la selección de representantes en el ámbito empresarial.

Por ello, ha arremetido contra la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y su integración dentro de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), apuntando que al ser una patronal integrada en un grupo más grande, es más «probable» que defienda los intereses de las grandes empresas frente al de las pymes que representa.

«En el momento en el que tienes al Corte Inglés y la tienda de al lado como parte de la misma empresa, las decisiones no las toma la tienda de al lado», ha ejemplificado Cañete, aunque ha puntualizado «no tener nada» en contra de ninguna.

EL SMI Y LA JORNADA DE CUATRO DÍAS, ENTRE LAS PREOCUPACIONES DE PIMEC

En lo que respecta a los retos y preocupaciones de la patronal catalana de pymes, Cañete ha apuntado que tanto la implantación de la jornada de los cuatro días como el salario mínimo interprofesional (SMI) son dos cuestiones que les «inquietan».

Respecto al primer asunto, ha asegurado que poner una jornada de cuatro días en un país como España, que es el segundo con menor productividad, «afectaría» a las pymes. Asimismo, se ha mostrado a favor de pagar un SMI «tan alto» como se pueda, siempre y cuando esto «no destruya empleo».

«Si subimos el SMI haremos que la gente tenga más capacidad de consumo. Ahora bien, si tenemos que pagar un salario indexado a la inflación, lo pagaremos el primer año, pero al siguiente cerraremos la empresa», ha advertido.