La rentabilidad ofrecida a los inversores por el bono a diez años del Tesoro de Estados Unidos escalaba este miércoles hacia el umbral del 5%, en máximos desde julio de 2007, antes del estallido de la gran crisis financiera, ante una solidez de la economía estadounidense mayor de lo esperado, lo que podría forzar a la Reserva Federal a seguir subiendo los tipos de interés.
El interés del bono estadounidense a diez años llegaba a subir hasta el 4,928%, en máximos desde julio de 2007, acercándose al umbral del 5%, que la deuda del Tesoro de EE.UU. no alcanza desde hace 16 años. De su lado, la rentabilidad del bono a 30 años superaba este miércoles la barrera del 5%, regresando también a niveles del verano de 2007.
El temor de los inversores a más subidas del precio del dinero y a un periodo prolongado de tipos de interés elevados se incrementó este martes, después de que las ventas minoristas en Estados Unidos aumentasen un 0,7% en septiembre respecto al mes anterior, apenas una décima menos del alza de agosto, cumpliendo seis meses seguidos de expansión y superando las expectativas del mercado.
Asimismo, la semana pasada la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de EE.UU. informó de que la tasa de inflación interanual repitió en septiembre el mismo alza de agosto, del 3,7%, cuando el consenso del mercado anticipaba un ligero alivio de la subida de los precios.
Al otro lado del Atlántico, el mercado secundario de deuda también reflejaba durante la sesión en el Viejo Continente una mayor presión sobre los bonos soberanos.
De tal modo, la rentabilidad del ‘bund’, el bono alemán con vencimiento a diez años y de referencia para el resto de emisiones europeas, se aproximaba al umbral del 3% al alcanzar un máximo intradía del 2,9175%, su mayor rendimiento desde principios de octubre.
Asimismo, en el caso del bono español a diez años, la rentabilidad seguía moviéndose al alza y se situaba por encima del 4% por primera vez en dos semanas.