Economía

JP Morgan prevé que el IPC subyacente llegará al entorno deseado por los bancos centrales en un año

La directora de Estrategia de JP Morgan Asset Management (AM) para España y Portugal, Lucía Gutiérrez-Mellado, ha indicado este martes en un encuentro con los medios que la inflación está en una senda gradual de descenso y que, en concreto, la subyacente no estará en el entorno deseado por el Banco Central Europeo y la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos hasta finales de 2024.

Ese desarrollo de la inflación subyacente -que en la eurozona se moderó en septiembre al 4,5% y en EEUU al 4,1%- dependerá en todo caso, según Gutiérrez-Mellado, de la parte de los servicios y del precio del petróleo, que desde el comienzo del verano se ha encarecido con fuerza por los recortes de la OPEP.

Durante la presentación que la sucursal local de la gestora estadounidense ha realizado este martes de su visión de mercado y estrategia, han constatado que el final de las subidas de los tipos de interés está cerca, ya que podrían haber concluido en la eurozona, al 4,5%, y en EEUU quedaría como «mucho» un alza más, en torno al 5,5%.

Además, desde la firma han constatado el cambio de parecer en el mercado: si bien hace unos meses el mercado había descontado bajadas de tipos para este mismo trimestre, ese escenario ya se ha aplazado durante un tiempo más prolongado.

En cuanto al análisis de los mercados a lo largo del tercer trimestre del presente ejercicio, Gutiérrez-Mellado ha señalado que se ha caracterizado por la volatilidad y caídas tanto en renta variable como en renta fija, aunque no de manera tan pronunciada como para haber deslucido el buen arranque del año, que todavía se mantiene.

De su lado, en el trimestre ha habido algo de rotación en estilos, ya que la inversión en valor ha empeorado menos que la inversión en crecimiento, aunque en el cómputo anual la inversión en crecimiento (‘growth’, en la jerga del sector) bate con un 18% a valor (‘value’); en tanto que el ‘high yield’ está «aguantnado bien» tanto en Europa como en EEUU.

En el mercado de renta fija, ha destacado el bono estadounidense a largo plazo, que ha escalado 85 puntos básicos en el trimestre y ha tocado el 4,8%, niveles no vistos en más de quince años, por los datos mejores de lo esperado de la economía de ese país y los estímulos fiscales (que a su vez han alimentado el déficit).

Precisamente en lo que toca al análisis de Estados Unidos, Gutiérrez-Mellado ha apuntado que el crecimiento económico ha sido la «gran sorpresa», ya que se esperaba una recesión, gracias al tirón de las familias en el consumo y a que las empresas han sido menos sensibles a las subidas de tipos.

Con todo, la desaceleración llegará toda vez que las familias vuelvan a ahorrar, las empresas se adapten al escenario de tipos altos y el mercado laboral siga relajándose (la tasa de creación de empleo ha bajado de más de 300.000 puestos a 150.000). Pese a esos factores, la economía mantendrá un crecimiento discreto pero positivo.

Pasando a lo referente a China, desde JP Morgan aducen que la reapertura, tras la retirada de medidas pandémicas, ha sido «más conservadora» que en Europa y EEUU, aunque esperan que ya este final de año los datos ‘macro’ repunten, el consumo aumente y las medidas de estímulo del gobierno hagan efecto.

Del lado europeo, el crecimiento económico ha continuado debilitado mientras que las condiciones financieras más restrictivas empiezan a tener un impacto en la economía, aunque ese debilitamiento va a ser menor gracias a que Estados Unidos ha aguantado mejor de lo que se esperaba.

Otro elemento de volatilidad es el reciente conflicto entre las milicias palestinas y el Estado de Israel, aunque la clave de un impacto de consideración en los mercados dependerá de si extiende a la región; por lo demás, desde JP Morgan apuntan que este tipo de conflictos tienen impacto en el corto plazo, pero se diluyen en el medio y largo, ya que ahí lo que prima es el desarrollo y fortaleza de las economías.

POSICIONAMIENTO DE CARTERAS

Toda vez realizado el análisis macroeconómico y de mercado, Gutiérrez-Mellado ha aducido que la visión es «algo más constructiva de lo que era hace unos meses y que ese escenario de recesión, por supuesto que sigue estando ahí, pero le hemos rebajado un poco las probabilidades».

Bajo la premisa de un entorno de «crecimiento económico muy discreto con una política monetaria muy restrictiva», desde JP Morgan optan por un posicionamiento neutral entre renta variable y renta fija.

Del lado de los bonos, han señalado que su apuesta por invertir en duración sigue teniendo «todo el sentido» aunque no «haya funcionado tan bien» este año como esperaban, y es que con los niveles actuales de TIRes (Tasa Interna de Rentabilidad) hay oportunidades en renta fija, según la firma.

Asimismo, mantienen esa apuesta señalando que les parece que el escenario de crecimiento que está descontando el mercado está siendo demasiado optimista y que con los niveles actuales -no han aventurado cuando caerán las rentabilidades- el que tenga un horizonte temporal de medio o largo plazo se va a ver recompensado.

En concreto, han señalado que mantienen su exposición al bono estadounidense pero que, en las últimas semanas, han comprado renta fija europea como el ‘bund’ alemán, cuya rentabilidad -el bono a diez años ha llegado a tocar el 3%- está en niveles inéditos desde la crisis de deuda soberana de 2011.

En cuanto a la renta variables, han apuntado que empezaron el año infraponderados pero que, a partir del verano, adoptaron una posición neutral -han ido largos en la acciones estadounidenses- y sostienen que los beneficios empresariales mejorarán a partir de ahora, con un tasa de crecimiento del 12% en EEUU para el próximo año, si bien el escenario europeo todavía requiere algo más de cautela.

Por otra parte, Gutiérrez-Mellado ha apuntado que en sus carteras ahora mismo no tienen un sesgo y que hay equilibrio entre valor y crecimiento, en tanto que son neutrales en cuanto a la divisa estadounidense e infraponderan el euro.