La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha reclamado al Gobierno un plan y medidas de apoyo ante la aparición de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), que afecta a los rumiantes, y que está causando complicaciones y pérdidas económicas a los ganaderos, según informa en un comunicado.
En concreto, la EHE es una patología que se detectó por primera vez en España en noviembre de 2022, pero que en los últimos meses se ha extendido por varias regiones del país. Se trata de una enfermedad vírica infecciosa típica de zonas como América del Norte, Australia, Asia y África.
UPA ha señalado la preocupación de los primeros ganaderos afectados, que están percibiendo un incremento de la mortandad en el vacuno, además de una bajada de la producción. «Esto se suma a la restricción de movimientos del ganado, además de una falta de información que provoca un gran desconocimiento de este nuevo problema de sanidad animal», según señala la organización de agricultores y ganaderos.
La organización ya pidió la semana pasada por carta al Ministerio de Agricultura que se tome «en serio» este problema y convoque una reunión con los sectores y territorios afectados, para diseñar un plan de control y erradicación de la EHE, que incluya medidas de apoyo a los ganaderos, que están «asfixiados» por el incremento de los costes de producción.
UPA ha pedido también al Gobierno y a las comunidades autónomas un cambio en el procedimiento de control de la enfermedad de la lengua azul, que ya es endémica en España.
La organización ha explicado que los ganaderos que quieren enviar animales a matadero tienen que vacunar 21 días antes de ir a sacrificio, más una segunda dosis pocos días antes del sacrificio. Un procedimiento que califican de «sinsentido», ya que al ir a matadero no hay posibilidad de que se produzcan contagios.
Además han señalado que se trata de «un proceso carísimo», porque «hay escasez de veterinarios y el precio a pagar es de entre 50 y 100 euros por vaca».