La Comisión Europea podría poner como condición para la aprobación de la fusión entre Orange y MásMóvil que en España se establezca un cuarto operador de telecomunicaciones, según recoge un análisis de Scope Ratings, que apunta que el favorito de Bruselas para ello sería Digi.
En su valoración de la situación actual de la fusión, el analista de Scope Ratings Jacques de Greling se basa en las exigencias de la Comisión Europea para dar ‘luz verde’ a una operación similar en Italia, en concreto, la de Hutchinson y Wind Tre.
En el caso de la operación en el país transalpino, Iliad entró en el mercado como nuevo operador de red móvil, por lo que, en opinión del analista, la Comisión Europea «podría exigir la creación de un cuarto operador móvil en España, muy probablemente en torno a la filial española de Digi», que actualmente es solo un operador móvil virtual (OMV).
Para ello, De Greling apunta que Orange y MásMóvil deberían vender parte de su espectro y de sus componentes de red a Digi, así como suscribir un «acuerdo de itinerancia favorable» en el marco de las posibles condiciones (‘remedies’) que podría imponer la Comisión Europea para dar su visto bueno a la fusión.
No obstante, son varias las empresas del sector que están pendientes de la resolución de la Comisión Europea para intentar adquirir esos posibles ‘remedies’.
El pasado 28 de julio la Comisión Europea aplazó sin fecha su investigación sobre la fusión de ambas compañías debido a que no habían facilitado a tiempo determinada «información importante» solicitada por Bruselas, por lo que la decisión definitiva se tomará más allá del 4 de septiembre, fecha inicial fijada para aprobar o no la operación.
Según señaló en su momento a Europa Press la portavoz comunitaria de Competencia, Arianna Podesta, «una vez que las partes facilitan la información que falta el reloj vuelve a ponerse en marcha y el plazo para la decisión de la Comisión se ajusta en consecuencia».
Asimismo, fuentes conocedoras de la situación también indicaron a Europa Press que la decisión de Bruselas busca «disponer de más tiempo para evaluar el impacto que tiene la operación sobre la competencia».
Bruselas inició el pasado abril una investigación en profundidad para determinar si la operación, que creará un nuevo líder por clientes en España, podría poner en riesgo la competencia en la oferta de paquetes de servicios múltiples y en el servicio minorista de banda ancha móvil y fija.
Así, a finales del pasado junio Bruselas retiró sus consideraciones sobre el impacto que esta operación podría tener en el mercado mayorista, es decir, en lo referente a que un operador ofrezca sus redes a otros.
Sin embargo, señaló que teme que esta operación –valorada en unos 18.600 millones de euros– reduzca el número de operadores de redes en los mercados minoristas españoles de servicios de telecomunicaciones móviles e internet y ello redunde en «grandes subidas de precios» para los clientes finales.