BBVA ha implantado un modelo de atención en banca de empresas, conocido como ‘Cross-border’, en 14 países en los que tiene presencia y con el que ofrece una reducción de un 70% los requisitos para las aperturas de cuentas no residentes, acortando los plazos para la puesta en marcha de nuevas filiales.
Este modelo se apoya en tres pilares: la agilización de procesos y trámites, el equipo humano del banco y una gama de soluciones tecnológicas y de información.
Concretamente, la entidad ofrece en exclusiva a sus clientes un proceso acelerado, ‘Fast-track’, que reduce los plazos y la documentación necesaria para la apertura de cuenta de no residentes. Apostillas de la Haya, traducciones juradas o firma presencial son algunos de los requisitos habituales para expandirse a otros países que se agilizan a través de este servicio, según informa el banco a través de un comunicado.
Para agilizar la interlocución de las sedes entre los distintos países, el banco cuenta además con una red formada por alrededor de 2.500 gestores de banca de empresas, que coordinan la actividad financiera de cerca de 120.000 filiales de grupos empresariales en Argentina, Bélgica, Colombia, España, Francia, Holanda, México, Perú, Portugal, Reino Unido, Rumanía, Turquía, Uruguay y Venezuela.
La red se compone de tres figuras clave: un gestor global, que es el interlocutor principal del grupo empresarial; gestores locales en cada uno de los países en los que está presente la compañía, que trabajan mano a mano con el gestor global; y un coordinador internacional, especializado en necesidades transfronterizas.