Más de la mitad de las empresas cárnicas españolas aumentaron la cifra de negocio en segundo semestre de 2022, debido a la inflación que ha afectado en su conjunto a la economía nacional, según los datos de la novena edición del Barómetro de la Industria Cárnica Española, elaborado por Anice y Cajamar.
En concreto, ste porcentaje varía en función de la facturación de las empresas. Así, el 67% de aquellas que registran más de 50 millones de euros han visto crecer su facturación, frente a un 42% de las empresas más pequeñas.
Respecto a las previsiones para el primer semestre de 2023, casi un 90% de las empresas expresan una visión positiva, indicando que esperan que su facturación se mantenga estable o incluso aumente. Esta tendencia sugiere un crecimiento en los ingresos, impulsado más por el incremento de los precios que por un aumento significativo en el volumen de productos vendidos.
Sin embargo, el informe muestra la contracción del Índice del Sentimiento de la Industria Cárnica Española (Isice), debido principalmente al incremento de los costes de aprovisionamiento para las empresas (costes energéticos, materias primas, laborales), la imposibilidad de repercutir la mayoría de los costes al precio de sus productos y la disminución del consumo de los hogares.
Las perspectivas según los empresarios tampoco parecen mejorar y la encuesta arroja un Isice situado en 8,02 puntos, el tercer valor más bajo de toda la serie, desde la primera edición del Barómetro realizada en 2018, y una caída importante con respecto a finales de 2021 e inicios del 2022, lo que muestra unas previsiones del sector negativas para los próximos meses.
Por otro lado, en un contexto caracterizado por una disminución del volumen de las exportaciones, pero un aumento en su valor, más de la mitad de las respuestas señalan la estabilización de las exportaciones. Solo un 27% afirman haber aumentado la facturación en mercados exteriores.
De esta forma, se obtienen mejores resultados en productos de alta calidad como los ibéricos, donde el 80% de las empresas esperan que sus ventas al exterior se mantengan. Entre ellas, las empresas dedicadas a la producción de jamones han reportado el mayor número de respuestas indicando un crecimiento, con un 38%, seguidas muy de cerca por las carnes frescas, con un 33%.
Respecto al empleo, la mitad de los encuestados han informado que el número de trabajadores en su empresa se mantuvo estable en el segundo semestre de 2022, lo que refleja el compromiso de las empresas por mantener la plantilla y su apuesta por el empleo de calidad.
Y a pesar de que el índice de sentimiento de la industria cárnica muestra una perspectiva de contracción para el próximo semestre, un 66,1% de las empresas no considera necesario realizar ajustes en sus plantillas.
CREEN QUE EL PRECIO DE LA CARNE SEGUIRÁ SUBIENDO
Por otro lado, las empresas han reconocido que la partida de aprovisionamiento es el gasto principal en la industria cárnica en el segundo semestre de 2022. En comparación con los seis meses anteriores se han registrado incrementos significativos en los precios de compra de la carne de porcino (22,8%), bovino (9,2%), pollo (14,1%) y ovino (7,2%).
Respecto a las perspectivas para el próximo semestre, más del 40% de los encuestados considera que el precio de la carne tiene aún margen para seguir aumentando debido al bajo nivel de producción y la disminución de la oferta de ganado, a pesar de los precios históricamente altos del porcino.
Por otro lado, un 41,4% de los encuestados cree que los precios de las materias primas ya han alcanzado su punto máximo y el 10,3% espera que se reduzcan, algo que ya se ha observado en la carne de pollo, cuyo precio ha bajado en los primeros meses de 2023.
De esta forma, el 86,2% de las empresas señala que los costes de aprovisionamiento son el principal factor limitante seguido por la debilidad de la demanda, muy influidos ambos por el escenario de elevada inflación.
En este contexto, casi el 90% de las empresas ha reconocido que no ha podido repercutir el incremento de sus costes a los precios de sus productos (el 69% solo una parte de ellos).
Por último, más del 82% de las empresas se han mostrado en contra de que los productos que imitan carne puedan utilizar denominaciones tan específicas del sector de la industria cárnica, como hamburguesa o chorizo, entre otras.