Kutxabank destinará hasta el final de 2024 más de 5.000 millones de euros a iniciativas que favorezcan la descarbonización de la economía, en línea con su compromiso de desarrollar unas finanzas sostenibles que ayuden a sus clientes a evolucionar hacia modelos más respetuosos con el medio ambiente y la sociedad.
Con el objetivo de identificar los proyectos financiables que realizan aportaciones positivas en materia ambiental y social, Kutxabank ha elaborado un ‘Marco Interno de Financiación Sostenible’, que aporta a toda la organización un criterio homogéneo a la hora de considerar determinadas operaciones como susceptibles de ser beneficiarias de financiación sostenible.
Kutxabank comparte y pone en práctica la necesidad de promover la transición hacia energías más limpias y menos dependientes de los combustibles fósiles, desde la convicción de que la energía es «una de las claves de la salud del planeta».
Para elaborar dicho marco de actuación, Kutxabank ha utilizado como referencia algunas de las mejores prácticas internacionales en materia de sostenibilidad, como los Principios de emisión de los Bonos Verdes y Sociales fijados por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales. También incorpora como sostenible verde, todos los proyectos que estén alineados con la Taxonomía Verde de la Unión Europea.
Según han apuntado desde Kutxabank, hace tiempo que la canalización de la financiación hacia iniciativas económicas con mejor desempeño socioambiental está experimentando un crecimiento constante. Esta tendencia al alza, han asegurado, será aún a más acentuada a lo largo de los próximos años.
La sostenibilidad está siendo el vector de transformación y diferenciación de la economía europea, y Kutxabank ha identificado una serie sectores económicos con mayor potencial de crecimiento en materia de sostenibilidad, y a los que prevé canalizar la financiación, desde la convicción de que el papel del sector financiero es «fundamental para garantizar que los flujos de capitales se orienten a la construcción de una economía próspera, justa, competitiva y neutra en carbono».
Las oportunidades, ha indicado Kutxabank, son «especialmente visibles» en sectores como el de la producción y distribución de la electricidad, que está acometiendo proyectos de generación de energía renovable, así como de mejora de sistemas de almacenaje, transporte y distribución de esta energía.
También se producirán avances en el sector de la construcción, con el aumento de los requisitos normativos de eficiencia energética y energías renovables para edificios nuevos y rehabilitados, el incremento de la sensibilidad de los compradores en lo referente al consumo de energía, el fomento del autoconsumo mediante ayudas públicas o la obligación de incluir criterios de contratación pública verde en el sector de la construcción.
En el sector de la movilidad y el transporte sostenible, ha señalado el banco, están ganando terreno los vehículos eléctricos y, a largo plazo, lo harán los vehículos de hidrógeno, con sus infraestructuras asociadas.
La transformación de la movilidad tiene, a su vez, «un importante efecto de arrastre sobre el sector del Oil&gas, que está evolucionando hacia la producción de nuevos combustibles, con la generación de hidrógeno verde o la generación de combustibles líquidos a partir de residuos plásticos», según Kutxabank.
El Marco interno también detecta cambios en sectores como el químico, el del metal o el de cemento y vidrio, principalmente a través del uso de energías limpias y alternativas en sus procesos de producción, y la reducción de residuos contaminantes.
El sector primario, por su parte, evoluciona hacia una agricultura de menor impacto ambiental, con la aplicación de mejores técnicas, la generación de subproductos como el biogás o el compost, y el fomento de prácticas como la agricultura de conservación y el uso de ecoetiquetas.
CLASIFICACIÓN
Dentro de la metodología de clasificación de financiación sostenible, se han diferenciado dos grandes grupos: la financiación finalista y la financiación vinculada al desempeño en sostenibilidad.
Se definen como finalistas aquellas operaciones que generan impactos positivos ambientales o sociales. Los proyectos financiados deben cumplir con los criterios de elegibilidad establecidos para las categorías financiables. Se conoce el destino y objetivo de los fondos concedidos y, por lo tanto, cuentan con una trazabilidad.
En cuanto a la financiación vinculada al desempeño en sostenibilidad, su objetivo es mejorar el desempeño en sostenibilidad del cliente, en línea con los objetivos y compromisos sostenibles que tenga definidos.
Para valorar esa mejora, la operación incorporará indicadores de desempeño vinculados a los objetivos de sostenibilidad. Estas financiaciones no están basadas en el uso específico de los fondos y, por lo tanto, no se puede realizar una trazabilidad de los fondos financiados.