El directorio del Banco Nacional de Ucrania (BNU) ha decidido recortar la tasa de interés oficial del 25% al 22% a partir de este viernes, en lo que supone el primer ajuste a la baja de los tipos de interés en el país desde el comienzo de la invasión rusa en febrero del año pasado, según ha anunciado la institución.
El banco central ucraniano ha explicado el recorte de tasas por la mayor rapidez de lo esperado del proceso de desinflación y las condiciones sostenidas del mercado de divisas.
«Teniendo en cuenta una mejora en las expectativas de inflación y el pronóstico de inflación, los recortes de tasas actuales y pronosticados se ajustan a mantener el atractivo de los ahorros en grivnas», ha defendido el gobernador del BNU, Andriy Pyshnyy, para quien la reducción de la tasa de referencia en un contexto de estabilidad macrofinanciera sostenida «respaldará la recuperación económica».
La inflación al consumidor se desaceleró en el país al 12,8% interanual en junio, por debajo del 26% de principios de año, lo que superó las expectativas de del banco central, que ha rebajado sustancialmente su pronóstico de inflación para 2023, hasta el 10,6% desde el 14,8%.
Asimismo, la entidad confía en que una nueva caída de los precios mundiales, en particular del coste de la energía, también contribuirá a la desaceleración de la inflación, superando el impacto proinflacionario del aumento de la demanda interna y de los salarios, por lo que el BNU espera que la inflación se modere al 8,5% en 2024 y al 6% en 2025.
Al mismo tiempo, en cuanto a la evolución de la actividad, el banco central ucraniano destaca que los resultados del primer trimestre fueron mejores que los previstos, mientras que la actividad económica siguió repuntando en el segundo trimestre, tanto en el sector manufacturero como en el de servicios.
Teniendo esto en cuenta, la institución ha revisado su pronóstico de crecimiento del PIB real para 2023 moderadamente al alza, del 2% al 2,9%, con la expectativa de que se acelerará más adelante, sobre la expectativa de una disminución de los riesgos de seguridad a mediados de 2024, por lo que prevé un crecimiento del PIB real del 3,5% el próximo año y del 6,8% en 2025.