La actividad turística representa el 8% de las emisiones globales de CO2, como consecuencia del impacto de las actividades de alojamiento, comida, transporte y recreo de los turistas, según B.E.G, una multinacional alemana.
El country manager de B.E.G Hispania, Luis Claver, ha señalado que es importante destacar que España ya se están tomando algunas medidas para reducir el consumo de energía e impacto ambiental en el sector turístico.
Sin embargo, ha advertido que «España está aún muy a la cola y necesita más concienciación acerca de lo que se denomina turismo verde».
Según la compañía, un hotel puede consumir entre 100 y 200 kWh de electricidad por metro cuadrado. En este sector, son cinco los ámbitos en los que estos establecimientos deben trabajar para ser sostenibles medioambientalmente: construcción y diseño sostenible, gestión del agua, circularidad, biodiversidad y eficiencia energética.
En este sentido, B.E.G ha explicado que climatizar, iluminar y calentar agua sanitaria supone el 78% del consumo de energía en los hoteles. Para reducir el consumo de energía, plantea medidas relacionada con el uso de iluminación LED, los sistemas de climatización eficientes, o un correcto aislamiento térmico.
«Estas iniciativas buscan minimizar el impacto ambiental y promover un turismo más sostenible y el sector hotelero podría optimizar sus gastos operativos de consumo hasta un 40%, como recuerdan los expertos», ha destacado en el comunicado.