Moody’s Investors Services ha mantenido la calificación de Banco Santander en ‘A2’ con perspectiva ‘estable’, según ha informado la agencia de rating.
Esta decisión se basa en la «solidez» del modelo de negocio del grupo bancario, basado en el negocio minorista y comercial y que incluye posiciones de liderazgo en varios mercados, tanto emergentes como desarrollados y en distintos ciclos crediticios.
La agencia de rating espera que la diversificación de negocio que tiene Santander ayude a que los beneficios se mantengan estables incluso en periodos de retos y estrés económicos.
Asimismo, prevé que Santander se continúe beneficiando de la subida de tipos de interés por parte de los bancos centrales y que eso eleve su rentabilidad. Así, la mayor parte de las exposiciones de Santander se beneficiarán de estos tipos más altos, especialmente en Europa, donde la mayor parte de las carteras de préstamos se están repreciando al calor de las subidas.
Esta calificación también se basa en la evolución de la eficiencia operativa del banco, así como en la previsión de que la mora se mantenga contenida. Moody’s espera un deterioro de la calidad crediticia, aunque cree que el nivel de provisiones ayudará a compensar esta situación, así como la «alta rentabilidad» recurrente del grupo.