Sumar ha propuesto, en el marco de su programa electoral, constituir, en menos de diez años, un parque residencial de dos millones de viviendas sociales en alquiler, a razón de 200.000 inmuebles al año.
La idea de la formación es destinar a este parque un gasto sostenido del 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de media, lo que podría rondar los 10.000 millones de euros. A juicio de Sumar, este parque público sería la «clave estructural» para garantizar el derecho a una vivienda «adecuada y asequible».
Y es que, según ha explicado la portavoz de vivienda de Sumar, Alejandra Jacinto, el parque de vivienda público actual está «muy envejecido» y es «muy ineficiente» en materia energética.
A esto se suma la problemática del difícil acceso a la vivienda en un entorno de subidas de tipos de interés y del precio de los alquileres.
En este plano, Sumar quiere revertir un parque de viviendas «pírrico» y construir uno «a la europea», para lo que se cooperaría con las diferentes administraciones y se movilizarían viviendas vacías, y se aumentaría la oferta pública mediante la compra de viviendas ya construidas o se construirían donde fuera necesario.