Navantia ha defendido que la propuesta de convenio colectivo es «positiva» para la plantilla pero, tras el rechazo de los trabajadores, se ha mostrado dispuesta a continuar con las negociaciones.
Además, según han informado fuentes de Navantia a Europa Press, la compañía también analizará el escenario que se abre tras la negativa de los trabajadores a aprobar el plan estratégico para el período 2023-2027 y, a continuación, decidirá el rumbo y las acciones «más adecuadas».
El plan se habría diseñado para dar «un marco de previsibilidad» a los trabajadores, e incluye una cifra de contratación que es «ambiciosa, realista e histórica». Además, la hoja de ruta cuenta con las líneas maestras por las que debe avanzar la compañía para seguir cumpliendo con los clientes de Navantia con niveles de excelencia, impulsar su eficiencia y su transformación digital y sostenible y arrojar beneficios en los próximos años.
Su punto de partida es una contratación de 10.000 millones de euros en el periodo 2023-2027, fruto de los acuerdos alcanzados y de la labor comercial. Esta cartera de pedidos permitiría alcanzar una facturación anual de 2.000 millones de euros a partir de 2024, lo que supondría duplicar la facturación anual de los últimos ejercicios.
Para hacer posible la ejecución de esos programas, el plan prevé la contratación de 1.500 personas en todos los centros de trabajo (Ría de Ferrol, Bahía de Cádiz, Dársena de Cartagena y Madrid) y recoge inversiones por más de 630 millones de euros.
Esta cifra, según han explicado fuentes de Navantia, supone un importe cercano a todo lo invertido por la compañía desde su nacimiento como Navantia en 2005.
LA PLANTILLA QUIERE CAMBIOS «SIGNIFICATIVOS»
Tras el referéndum celebrado en todos los centros de Navantia estos últimos días, la plantilla ha rechazado tanto el convenio colectivo como el plan estratégico de la compañía.
Los trabajadores han trasladado a la empresa que deben producirse cambios «significativos» en ambas propuestas y han subrayado que en las próximas semanas harán «una reflexión» sobre las medidas y actuaciones que se deben activar para intentar cambiar esta situación.
Además, han explicado que no descartan acudir a la movilización si no se llega a un acuerdo, ya que creen, «sin duda», que el empleo, las cargas de trabajo, la subcontratación, el desarrollo profesional de las personas en los centros y el futuro de la empresa deben hacer que «puedan encontrar la senda de la negociación».