El Banco Central de Brasil prevé que la economía de Brasil crezca un 2% en 2023, lo que supone una revisión al alza de ocho décimas desde sus últimas proyecciones trimestrales correspondientes al mes de marzo.
Así, tal y como se recoge en su informe trimestral de inflación, que ha sido divulgado este jueves, el organismo central ha mejorado sus proyecciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil para este año con arreglo a la «positiva sorpresa» que ha dado el PIB en el primer trimestre del año.
En concreto, el PIB de Brasil creció un 1,9% en el primer trimestre del año en comparación con el trimestre anterior, superando «ampliamente» las expectativas del mercado. Dicho resultado fue principalmente reflejo del buen desempeño del sector agrícola, que se incrementó un 21,6%.
En consecuencia, el banco central de Brasil vuelve a confiar en el buen comportamiento de este sector para aumentar sus proyecciones de crecimiento, con un incremento de tres puntos dentro de este campo, pasando del 7% al 10% en el conjunto del 2023.
A pesar de este aumento de las expectativas de crecimiento, la proyección del PIB de Brasil sigue reflejando un escenario futuro de desaceleración de la actividad económica en 2023, con modestas variaciones de la industria, los servicios y la demanda interna durante todo el año.
Esta desaceleración económica también tendrá un efecto sobre el mercado laboral que, a pesar de mostrar cierta resiliencia en los primeros meses del año, también se verá afectado, aunque con retraso.
ENFRIAMIENTO DE LA INFLACIÓN AL 5%
La reciente reducción de los precios en Brasil, principalmente entre los alimentos y el sector industrial, se mantendrá en los próximos meses. De esta manera, aunque se dará un incremento en el segundo semestre del año, la inflación terminará el año en el 5%, según la última estimación del banco central.
Esta cifra es inferior en 0,8 puntos a la calculada por la entidad en el pasado informe del mes de marzo. Por su parte, el incremento del segundo semestre estará provocado por la desaparición de las medidas tributarias que en 2022 contribuyeron a reducir el nivel de precios.
Pese a la caída de la inflación de los últimos meses, el Banco Central mantiene los tipos de interés en el nivel del 13,75%, recibiendo duras críticas por parte del Gobierno, los sindicatos y los empresarios. En su última reunión, celebrada este mes de junio, el organismo reconoció que tenía dudas sobre la celeridad del proceso, con la posibilidad de que repuntase la inflación en caso de reducir antes de tiempo la tasa de política monetaria.