La inversión mundial en ‘insurtech’ (firmas que aplican la tecnología al ámbito de los seguros) ha bajado un 50% el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2022 y ha vuelto a los niveles de 2018 y 2019, con cerca de 2.400 millones de dólares (2.200 millones de euros).
Es la principal conclusión del estudio ‘The state of global insurtech 2023’, presentado este jueves durante el ITC DIA Europe, que se celebra en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona.
Lo han pressentado el responsable de Scouting & Invest de Mapfre, Carlos Cendra; el jefe de NN Ventures de NN Group, Jeroen Meijers; el jefe de Desarrollo de Negocio de Generali, Stefano Bison, y el director de Inversiones de Alma Mundi Ventures, Lluís Viñas.
Bison ha dicho que el sector de los seguros «no está en un buen momento» a causa de la inflación, lo que provoca que no sea una buena inversión, algo que se une a la crisis que también vive el sector tecnológico, especialmente en Estados Unidos.
Viñas ha explicado que el momento del sector se debe a dos factores: las caídas en la valoración de las empresas desde el segundo trimestre de 2022 y la dificultad del mercado para entender las oportunidades que ofrece.
Cendra ha valorado que la inversión en operaciones corporativas debe ser muy concreta y estudiada, porque no es lo mismo comprar «un equipo, una tecnología o un negocio», y también ha destacado que la manera de combinar los recursos y aprovechar las oportunidades es diferente en cada movimiento.
Meijers ha lamentado que «lo que ha pasado en los últimos años no ha ayudado a las compañías del sector en términos de confianza», aunque considera que hay oportunidades en el mercado y que el sector puede estar en una buena posición si aprende de los errores del pasado.
OPORTUNIDADES
El informe destaca que el sector ‘insurtech’ está «fuertemente subinvertido» comparado con otras industrias de un tamaño similar, como la movilidad, la salud o la alimentación.
Para Cendra, este hecho abre la puerta a encontrar oportunidades, ya que «los buenos negocios estarán ahí» y algunos saldrán al mercado para encontrar financiación.
Meijers ha afirmado que las empresas que entiendan el mercado y sus necesidades y que estén abiertas al trabajo colaborativo están en una buena situación.
Viñas ha hecho hincapié en el «cambio general» que ha provocado el fin de los tipos de interés bajos, lo que hace que las empresas emergentes deban gestionar las inversiones de manera muy diferente a la de hace dos años.
Bison ha lamentado que las operaciones corporativas tienen dos grandes problemas: la dificultad de mantener a los equipos si se integran en otra empresa cuando una startup es demasiado joven, y la de poder equilibrar las dos culturas empresariales si la startup es demasiado grande.