Economía

El Banco de España mantiene el colchón anticíclico en el 0% al no observar indicios de riesgos

El Banco de España ha decidido mantener el colchón de capital anticíclico (CCA) en el 0% aplicable durante el tercer trimestre de 2023 a las entidades bancarias por sus exposiciones crediticias en España al constatar que no existen indicios generalizados de acumulación de riesgo sistémico, según ha informado hoy a través de un comunicado.

El colchón de capital anticíclico es un instrumento macroprudencial cuyo objetivo es reforzar la solvencia del sistema bancario en las fases de crecimiento excesivo del crédito, que es cuando habitualmente se produce una acumulación de riesgos, suavizar las oscilaciones del ciclo crediticio y acumular colchones de capital en épocas de bonanza para poder utilizarlos cuando las condiciones se deterioran.

El Banco de España realiza un seguimiento regular del ciclo financiero a través del análisis de la evolución de diversos indicadores. Uno de los más relevantes es la ‘brecha de crédito-PIB’, que mide la desviación de la ratio de crédito al sector privado no financiero sobre el PIB respecto de su nivel tendencial.

Los últimos datos que maneja el supervisor muestran que este indicador ha continuado descendiendo hasta situarse en terreno negativo, alejándose, por tanto, del umbral de alerta. Este comportamiento, algo más intenso de lo proyectado, ha sido consecuencia tanto de una «ligera contracción» del crédito al sector privado, en un contexto de amortización extraordinaria de deuda por parte de hogares y empresas, como de un crecimiento de la actividad económica algo superior a lo esperado. Además, el Banco de España espera que este descenso continúe en los próximos trimestres.

El Banco de España también analiza otros indicadores macrofinancieros complementarios que, en conjunto, tampoco sugieren una acumulación endógena de riesgos sistémicos.

Además, señala que el entorno actual sigue sometido a una elevada incertidumbre, debido a factores como el conflicto bélico en Ucrania, las presiones inflacionarias y la transmisión aún incompleta del aumento de los tipos de interés a los clientes bancarios.

«Estos elementos respaldan el mantenimiento del porcentaje del CCA en el 0% para así evitar potenciales efectos pro-cíclicos adversos. En un entorno de materialización de estos riesgos, que impactarían adversamente sobre el PIB, la moderación del crédito que supondría una eventual activación del CCA no contribuiría a reducir el nivel de riesgo sistémico, y, además, podría debilitar en mayor medida la actividad económica», afirma el supervisor.

También señala que indicadores como el de intensidad del crédito (ratio entre la variación anual del crédito sobre el PIB) y la ratio del servicio de la deuda (ratio de los pagos por principal e intereses de la deuda sobre la renta disponible de hogares y empresas), se sitúan en niveles moderados, y con tendencia aún descendente, a pesar del aumento de los tipos de interés. Además, la economía española sigue registrando superávits de la balanza por cuenta corriente.

MERCADO INMOBILIARIO

En el mercado inmobiliario, el Banco de España indica que los últimos datos sobre los precios de la vivienda indican que estos se están desacelerando, aunque muestran cierta resistencia a la baja, mientras que los indicadores de desequilibrios en los precios de este mercado, se mantienen algunas señales de sobrevaloración, pero estas «son moderadas».

En relación con las transacciones inmobiliarias, las compraventas de viviendas mostraron un menor dinamismo desde la segunda mitad de 2022, tras el repunte experimentado en la primavera del año
pasado, al tiempo que las nuevas operaciones hipotecarias han continuado perdiendo pulso en 2023.

En concreto, el flujo de crédito nuevo para la compra de vivienda descendió en el primer trimestre de 2023 un 21,8% con respecto al mismo trimestre de 2022. Por su parte, el saldo de crédito hipotecario también ha caído, aunque de forma más moderada (1,6% interanual en el primer trimestre de 2023), debido tanto a la reducción en el flujo de crédito nuevo, como sobre todo a un aumento extraordinario en el ritmo de amortizaciones.

En paralelo, el crédito destinado a actividades de construcción y
promoción siguió contrayéndose, aunque a un ritmo menor que en el último trimestre de 2022 (caída interanual del 3,6 % en el primer trimestre de 2023 frente a un descenso interanual del 7,7 % en el cuarto trimestre de 2022).

Por último, desde la última revisión del CCA, el Banco de España ha observado cambios de magnitud poco significativa en los estándares de concesión de crédito nuevo. En concreto, se observa una disminución moderada de las ratios entre el importe de las hipotecas residenciales sobre el valor de tasación de la vivienda, conocida como ‘loan-to-value’ por su terminología en inglés.

Por otro lado, aunque los tipos de interés de las hipotecas nuevas empezaron a repuntar durante el tercer trimestre de 2022, los diferenciales de estos tipos respecto a los tipos de referencia continuaron estrechándose hasta el periodo más reciente, en el que se observa una cierta estabilización.

En este sentido, el supervisor destaca que la reducción de diferenciales es un fenómeno que se venía observando desde antes del inicio del actual proceso de normalización de la política monetaria. «La evidencia de otros episodios previos de endurecimiento de la política monetaria muestra que la transmisión de las subidas de tipos se traslada habitualmente de manera más rápida a los tipos de referencia de los mercados que a los tipos de interés de los préstamos».

Así, se podrían reducir temporalmente los diferenciales, como está ocurriendo actualmente, pero a medio plazo el Banco de España prevé un aumento de los tipos de interés de los créditos para afrontar unos costes de financiación bancaria, que también se espera que sea creciente.

AUMENTAR LA CAPACIDAD DE RESISTENCIA

La evaluación de todos estos indicadores respalda el mantenimiento del CCA en el 0%. En todo caso, el Banco de España mantiene un seguimiento «estrecho» de la situación, con especial atención a la evolución del sector inmobiliario.

En este sentido, recuerda a las entidades que deben utilizar el incremento de los beneficios que se está observando en el corto plazo para aumentar su capacidad de resistencia y, de este modo, continuar desarrollando su función principal de proporcionar financiación a los hogares y empresas con proyectos viables, aunque se materializaran los riesgos relevantes identificados en el actual entorno de incertidumbre.

De conformidad con el procedimiento establecido bajo el Artículo 5 del Reglamento (UE) 1024/2013, la presente decisión del Banco de España sobre el CCA ha sido aprobada previa consulta con el Banco Central Europeo.

Asimismo, la propuesta de esta decisión fue comunicada a la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera (Amcesfi), según lo previsto en el Artículo 16 del Real Decreto 102/2019 y en la Disposición Adicional Única del Real Decreto-ley 22/20182.