Singular Bank ha actualizado este martes sus perspectivas económicas para el segundo semestre del año, por las que mantiene su preferencia en bonos frente a acciones dada la mejor relación entre rentabilidad y riesgo en la renta fija, además de por el escenario de alta inflación, desaceleración económica e incertidumbre geopolítica por la guerra de Ucrania.
A través de una nota de prensa, la entidad ha remarcado que las subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para atajar la inflación ofrecen la oportunidad para alargar la duración de la deuda pública, aunque también ha advertido de un repunte de los diferenciales y tensiones crediticias.
«Las condiciones son propicias para avanzar decididamente en la construcción de carteras de renta fijas orientadas a lograr retornos superiores a la inflación esperada a medio plazo», ha añadido el jefe de estrategia de la entidad, Roberto Scholtes.
También han optado por la deuda corporativa de alta calidad en vencimientos cortos e intermedios, dado que la contracción económica mermará los beneficios y la solvencia de las empresas.
Pese a su prudencia en cuanto a las bolsas, desde el banco no han descartado que puedan surgir oportunidades de carácter sectorial y han considerado que los inversores a largo plazo en los sectores financiero y energético serán recompensados por su paciencia, ya que su valoración estaría por debajo de los beneficios esperados.
Las bolsas mantendrán un potencial alcista limitado hasta que ese escenario de tipos altos (el BCE los situó a principios de mes en el 4% y la Reserva Federal los mantuvo en el 5-5,25%) no quede atrás, aunque los expertos del banco ven en las bolsas asiáticas (donde predominan políticas de estímulo monetario) una excepción por sus dinámicas financieras y económicas más favorables que en Europa y Estados Unidos.
En cuanto al crecimiento económico global, desde Singular Bank pronostican que podría limitarse en torno a un 2% lastrado por el deterioro de la actividad económica de EEUU y Europa, con especial atención en Alemania, además de por una recuperación débil de China y su impacto sobre economías avanzadas y emergentes.
Ante esa coyuntura, la entidad ha recomendado una exposición diversificada a las materias primas y prevé que el barril de crudo Brent se mantenga por encima de los 80 dólares por la oferta limitada y la recuperación de la demanda, en tanto que el oro seguirá bajo presión por el contexto de tipos altos.