El consejero delegado de Enel, Flavio Cattaneo, ha respaldado el acuerdo alcanzado entre Alemania, Francia e Italia para fortalecer la cooperación a nivel europeo para el suministro de materias primas críticas.
En declaraciones al margen de la reunión trilateral Italia-Francia-Alemania que ha tenido lugar en Berlín, Cattaneo, primer ejecutivo de la energética italiana desde el pasado mes de mayo, señaló así su apoyo la propuesta de la Ley de Materias Primas Críticas de la Comisión Europea y mostró su confianza en que el polisilicio «se incluya en la lista de materias primas estratégicas para facilitar una transición energética rápida».
Asimismo, consideró «importante» fortalecer las disposiciones de la Ley de Materias Primas Críticas en la definición de los requisitos para proyectos estratégicos y «en darles canales preferenciales en términos de autorizaciones e instrumentos financieros adecuados».
Finalmente, el consejero delegado de Enel y vicepresidente de la española Endesa, en la que la italiana cuenta con una participación del 70%, abogó también por dotar de «un enfoque coordinado e integrado» en los temas de descarbonización y materias primas, «centrándose en una mayor aplicación de los principios de la economía circular a lo largo de toda la cadena de suministro».
Los ministros de Economía de Alemania, Francia e Italia han celebrado este lunes en Berlín una reunión trilateral en la que han puesto sobre la mesa una mayor coordinación en el tema de las materias primas críticas, de gran importancia para la industria.
Empresas punteras de los tres países, entre ellas Enel, han participado en el marco de la reunión con el objetivo de dar un empuje a esa apuesta por una mayor soberanía de la Unión Europea en materias primas críticas.
En marzo, la Comisión Europea presentó su propuesta para crear una Ley de Materias Primas Críticas, con el objetivo de intentar garantizar a partir de 2030 que la UE no consigue más del 65% de estos de un único tercer país como China, y que a lo largo de toda la cadena de valor la capacidad de la UE pueda aproximarse o alcanzar al menos el 10% de la demanda nacional de materiales estratégicos para la minería y la extracción, al menos el 40% para la transformación y el refinado, y al menos el 15% para el reciclado.