El Banco Central de México (Banxico) ha defendido que, si bien se ha alcanzado una postura «suficientemente restrictiva» en la política monetaria a raíz de los sucesivos incrementos de los tipos de interés, se debe actuar con cautela y prolongar la cifra del 11,25% durante el tiempo que sea «necesario» para frenar la inflación.
«Dicha postura requiere ser mantenida por un tiempo extendido», recogen las actas correspondientes a la última reunión de política monetaria del banco central, celebrada el pasado 18 de mayo y en la que se optó por congelar la tasa en el 11,25% tras 15 incrementos consecutivos.
De esta manera, los miembros del organismo central ponen fin a las dudas sobre la posibilidad de una reducción temprana de los tipos de interés y se muestran partidarios a dejar que siga operando la postura monetaria restrictiva alcanzada.
En este sentido, desde la entidad se han mostrado a favor a tomar las siguientes decisiones con arreglo a la senda que lleven tanto la inflación general como la subyacente, en especial si se consolida la tendencia a la baja.
Así, el enfoque debe ser «flexible» y «dependiente» de los datos. Mientras, para apuntalar la solidez de la postura monetaria, varios miembros del banco han hecho hincapié en la comunicación como una herramienta para contener las expectativas de inflación y asegurar que se comprende el mensaje de congelar los tipos el tiempo que sea requerido.
INCERTIDUMBRE E INFLACIÓN SUBYACENTE
Entre los motivos para mantener la tasa de política monetaria en el 11,25%, tanto el elevado nivel de incertidumbre global como la persistencia de la inflación subyacente han sido dos de los factores más mencionados.
La mayoría ha apuntado que el último dato de inflación subyacente (del 7,67% en abril) mostró una reducción más marcada que en los meses previos, pero aún permanece elevada.
Además, algunos han indicado que, si bien la inflación ha disminuido, ello obedece principalmente a factores externos favorables. En consecuencia, han advertido de que todavía se dan presiones inflacionarias de origen interno que podrían obstaculizar la convergencia de la inflación.
Por todo ello, para el banco central «resulta difícil» anticipar el tiempo por el que los tipos se mantendrían en su nivel actual y se ha tildado de «prematuro» comenzar a discutir sobre posibles recortes.