El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha confirmado este viernes que la Unión Europea va a restringir el comercio de diamantes rusos, una nueva sanción que busca «desconectar a Rusia de sus proveedores».
Durante su visita a Japón con motivo de la Cumbre del G7, Michel ha anunciado que la UE está centrada en «cerrar la puerta a las lagunas jurídicas» de las que el Kremlin se aprovecha para «continuar agitando la llama de la guerra en Ucrania».
La Unión Europea, ha asegurado, continúa «enviando a Ucrania lo que necesita, equipamiento, munición, en el menor tiempo posible».
REINO UNIDO SE UNE A LA RESTRICCIÓN Y AÑADE MÁS SANCIONES
Reino Unido también ha adelantado que se une a estas nuevas sanciones a Rusia, tratando de dañar así a la industria –de 4.000 millones de dólares (3.700 millones de euros) en exportaciones– de los diamantes rusos.
También ha confirmado que impondrán sanciones propias a varios metales con origen ruso, en concreto el cobre, el aluminio y el níquel. Además, el Gobierno se encuentra preparando una nueva batería de sanciones que tendrán como objetivo a 86 personas y compañías relacionadas con el presidente ruso, Vladimir Putin, y con la industria militar de Moscú.
ESTADOS UNIDOS ANUNCIA UN PAQUETE DE CERCA DE 300 SANCIONES
Por otro lado, Estados Unidos ha informado a través de un funcionario de la Casa Blanca de los próximos pasos a seguir en la política en torno a Rusia: «Verán, primero, esfuerzos significativos para perturbar aún más la capacidad de Rusia de abastecerse con importaciones para su guerra. Dos, verán esfuerzos para acabar con la evasión (de sanciones). Tres, verán más medidas para reducir la dependencia de la energía rusa. Cuatro, verán esfuerzos continuos para restringir el acceso de Rusia al sistema financiero internacional. Y, cinco, verán un compromiso continuo para mantener inmovilizados los activos soberanos de Rusia hasta el final de la guerra».
En concreto, el funcionario ha explicado que durante estas reuniones en Japón los países del G7 se están preparando para implementar nuevas sanciones, como las ya anunciadas por la Unión Europea, además de confirmar que Estados Unidos impondrá un nuevo paquete de sanciones propio, al margen del resto de naciones, con el objetivo de «aumentar la presión económica en Rusia».
También ha detallado que impondrán cerca de 300 nuevas sanciones contra individuos, entidades y aeronaves rusas, que afectarán a los «facilitadores» de Rusia en Europa, Oriente Medio y Asia.