El Silicon Valley Bank (SVB) llegó a perder en depósitos hasta un millón de dólares (920.641 euros) por segundo el día antes de colapsar, según ha declarado ante el Senado de los Estados Unidos su antiguo consejero delegado, Gregory Becker, que, además, ha culpado a la Reserva Federal (Fed) por dar a entender que los tipos de interés permanecerían bajos.
«El 9 de marzo se retiraron 42.000 millones de dólares [38.667 millones de dólares] en depósitos del Silicon Valley Bank en diez horas, o, aproximadamente, un millón de dólares cada segundo», ha asegurado Becker ante la Cámara alta norteamericana. «No creo que ningún banco pueda sobrevivir a una fuga de depósitos de tal magnitud», ha añadido.
Asimismo, Becker ha responsabilizado de la ‘fuga’ de depósitos al pánico en las redes sociales y a las indicaciones de la Fed de que la inflación era transitoria y de que los tipos de interés seguirían siendo bajos como verdaderos causantes de la desaparición del SVB.
«La Reserva Federal afirmaba por aquel entonces que los tipos de interés permanecerían bajos y que la inflación, que empezaba a dispararse, sería transitoria», ha explicado Becker. Por el contrario, esta institución inició «una escalada de tipos propia de 40 años en solo doce meses».
No obstante, se ha sabido que desde dentro del propio SVB, ya en 2020, se sugirió diversificar activos e invertir en bonos a corto plazo a medida que crecía el número de depósitos de la entidad. Aun así, la dirección optó por continuar apostando por bonos a largo plazo, algo que aumentó la vulnerabilidad del SVB cuando la Fed incrementó con rapidez los tipos para doblegar la inflación surgida de la reactivación económica postpandemia, primero, y, después, de la guerra en Ucrania.
El senador republicano de más alto rango en la comisión de investigación de banca de la Cámara alta, Tim Scott, ha aseverado que «cualquier persona que prestase atención a la evolución de la economía durante los últimos dos años se habría dado cuenta claramente de que la Reserva Federal iba a seguir subiendo tipos». Opinión similar a la del presidente de la comisión, el demócrata Sherrod Brown, que ha asegurado que el SVB «estaba muy mal gestionado».
Pese a todo, Scott sí ha reconocido que los reguladores no obraron correctamente ni a tiempo, pues «se durmieron al volante».
DICTAMEN DE LA RESERVA FEDERAL
Hace poco más de dos semanas, la propia Fed elaboró un informe en torno a las causas el colapso de la entidad que Becker dirigió y reveló que el SVB contaba con 31 advertencias abiertas por parte de los reguladores en algunas «áreas esenciales», como la gobernanza, la evaluación de riesgos, la liquidez o la gestión de riesgos de intereses cuando se derrumbó en marzo.
En aquel documento, la Fed censuró los importantes fallos de gestión por parte de la dirección de la entidad bancaria y su incapacidad para apreciar los riesgos asumidos. No obstante, la Fed también reconoció que los reguladores no actuaron a tiempo a pesar de que el SVB contaba con 31 advertencias abiertas, «aproximadamente el triple que sus homólogos».
«No se dieron los pasos necesarios para asegurarse de que el SVB resolviera estos problemas con suficiente rapidez», sostuvo entonces la Fed. «Los supervisores no supieron advertir cuan graves eran sus vulnerabilidades a medida que crecía el SVB en tamaño y complejidad», añadió.