La evolución de la economía china en el mes de abril quedó por debajo de las expectativas que apuntaban a un fuerte rebote tras el levantamiento de las restricciones por la Covid-19, según revelan los datos de producción industrial y ventas minoristas publicados este martes por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
En abril, la producción industrial de China creció un 5,6% interanual, frente al 3,9% del mes anterior, pero por debajo de la previsión del mercado del 10,6%.
Por sectores, la minería se mantuvo estable y la producción manufactura aumentó un 6,5%, mientras que la producción y suministro de energía eléctrica, térmica, gas y agua creció un 4,8%. De su lado, la fabricación de equipos aumentó un 13,2% interanual.
De este modo, en los primeros cuatro meses, el valor agregado total de las empresas industriales por encima del tamaño designado aumentó un 3,6% interanual.
En cuanto al comercio minorista, la oficina estadística china indicó que sumaron 3,49 billones de yuanes (461.520 millones de euros), un aumento interanual del 18,4%, frente al 10,6% del mes anterior.
De su lado, la tasa de paro urbano de China en abril se redujo una décima, hasta el 5,2%, respecto del mes anterior. Sin embargo, el desempleo juvenil se situó en un nuevo récord del 20,4%, mientras que la tasa de paro entre aquellos de entre 25 a 59 años fue del 4,2%.
«Estas cifras no nos dicen mucho sobre el impulso actual de la economía, ya que reflejan una base de comparación mucho más débil», advierte Julian Evans-Pritchard, economista jefe para China de Capital Economics, para quien la debilidad de la demanda externa explicaría la evolución de los datos de producción industrial.
«De cara al futuro, creemos que a la recuperación tras la reapertura todavía le quedan piernas», afirma el experto, que espera un crecimiento del PIB de China del 6,5% en 2023.
«Sin embargo, es probable que la recuperación se apague durante la segunda mitad del año», advierte ante la previsible retirada gradual de estímulos fiscales.