La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido, el regulador del mercado británico, ha presentado un plan para hacer más competitivo y eficaz el régimen de cotización, las reglas que las empresas deben seguir para poder cotizar en el país, y aumentar así el atractivo de la City, después de que varias empresas, incluidas británicas, hayan optado por negociar sus acciones en otras Bolsas al margen de Londres.

En este sentido, la CNMV británica, reconoce que si bien el Reino Unido ha sido el centro financiero más grande de Europa durante muchos años, las cotizaciones en el mercado británico se han reducido en un 40% desde 2008.

El pasado mes de marzo, el fabricante británico de microprocesadores Arm, propiedad del conglomerado japonés SoftBank, anunció que buscaría una cotización «en exclusiva» en los Estados Unidos, aunque mantendrá su sede en Reino Unido, en lo que supuso un duro revés a la imagen de Londres como ‘hub’ financiero internacional.

La FCA señala que la decisión de una empresa de cotizar en uno u otro mercado depende de muchos más factores además de la regulación, como los impuestos y la disponibilidad de capital, aunque admite que algunos emisores y asesores consideran que el actual régimen de cotización del Reino Unido es demasiado complicado y oneroso.

De este modo, el regulador propone una serie de cambios significativos en las reglas de cotización, incluido el reemplazo de los actuales segmentos de cotización «estándar» y «premium» con una única categoría para acciones en empresas comerciales.

«Una sola categoría de capital eliminaría los requisitos de elegibilidad que pueden disuadir a las empresas en etapa inicial, sería más permisiva en las estructuras de acciones de clase dual y eliminaría los votos obligatorios de los accionistas en transacciones como adquisiciones para reducir las fricciones para las empresas que persiguen sus estrategias comerciales», expone.

Los cambios propuestos tienen como objetivo proporcionar un régimen de cotización en el Reino Unido más simple y accesible para las empresas, mejorando el atractivo de cotizar en el Reino Unido y brindando una gama más amplia de oportunidades de inversión para los inversores, defiende la FCA.

De esta manera, los requisitos pasarían a concentrarse en la transparencia para que los inversores apoyen la toma de decisiones y patrocinen la supervisión en el portal de cotización, garantizando que las empresas cumplan con los estándares de la FCA.

Según datos de London Stock Exchange Group (LSEG), recogidos por ‘The Guardian’, en 2003 un total de 2.101 empresas cotizaban en el principal mercado de la City, pero ese número se ha reducido a 1.097 en la actualidad.

El consejero delegado de la FCA, Nikhil Rathi, ha señalado que las reformas propuestas «reequilibrarían» significativamente la carga de la regulación en beneficio de las empresas que cotizan en bolsa y los inversores que están dispuestos a establecer su propio apetito por el riesgo y los términos de compromiso.

«Si bien la regulación juega un papel importante, la decisión de una empresa sobre si cotizar y dónde está influenciada por muchos factores, por lo que un cambio sustancial requerirá también un esfuerzo concertado del Gobierno y la industria», ha defendido.

«Queremos animar a más empresas a cotizar y crecer en el Reino Unido, frente a otros mercados internacionales altamente competitivos», ha apostillado.