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Economía

Balfegó expande su negocio a Italia forzada por la interpretación de la CE de la legislación vigente

Balfegó, empresa especializada en pesca, acuicultura y comercio de
atún rojo, ha internacionalizado su negocio a Italia, donde ha puesto en marcha unas instalaciones acuícolas en aguas del país en colaboración con la sociedad Cababianca, forzada tras el reglamento de asignación de capacidad de las granjas por parte de la Comisión Europea (CE), según informa en un comunicado.

En concreto, las nuevas piscinas están situadas concretamente a 2,5 millas de la costa de Marina di Camerota, localidad de la provincia de Salerno, al sur de Italia.

Con esta iniciativa, que ha supuesto una inversión de dos millones de euros a Balfegó, la firma española sale al paso de la interpretación, que considera «restrictiva y discriminatoria», que realiza la
Comisión Europea de la legislación vigente.

Según Balfegó, resulta «incomprensible» la lectura que hace la CE del reglamento de asignación de capacidad de las granjas, que sólo frena la
iniciativa comercial de las propias empresas europeas frente a flotas de terceros países. Así, en el caso de Balfegó, impide que capturas legales realizadas con cargo a cuotas autorizadas puedan ser acogidas en sus instalaciones de L’Ametlla de Mar.

De esta forma, la compañía denuncia que existe una discriminación hacia capturas de barcos europeos, ya que, si las capturas fueran de barcos de terceros países, sí se permitiría su entrada.

El director adjunto de Balfegó, Juan José Navarro, ha explicado las razones por las que han tenido que adoptar esta decisión. «Nos hemos visto abocados a invertir fuera de nuestro país y ello implica,
desgraciadamente, que el empleo y la riqueza que genere en nuestra actividad se creará fuera de nuestras fronteras», ha señalado.

«Por ello, no sólo se está frenando el crecimiento y el dinamismo de una empresa como la nuestra, sino también el de la propia sociedad catalana y española», ha lamentado.

Según Balfegó, esta interpretación de la CE también penaliza la huella de carbono de la actividad pesquera al provocar el traslado de cientos de atunes capturados en el caladero balear hasta las
costas italianas.

Cabe recordar que, en la campaña de pesca del año pasado, Balfegó tuvo que renunciar a 265 toneladas de atún rojo debido a la interpretación del reglamento europeo (2019/833) que modificó en 2019 la normativa de 2016 para adecuar el reparto de capturas al incremento de
cuotas de pesca de esta especie otorgado por ICCAT a la UE, tras los buenos resultados de su plan de recuperación.

El atún rojo del Atlántico Este y el Mediterráneo (Thunnus thynnus) es el único de aleta azul pescado y gestionado de manera sostenible, desde una perspectiva de innovación y trazabilidad, en todo el mundo.

Balfegó considera que el esfuerzo realizado por las flotas comprometidas debe servir de modelo a todas las pesquerías de las especies de túnidos que están sobreexplotadas. Además, recuerda que todo el atún rojo que sale de su factoría lleva incorporado, desde hace años, un sistema de gestión digital de trazabilidad cuyo objetivo es ofrecer la máxima transparencia al consumidor y luchar contra el comercio ilegal de esta especie en la cadena comercial.

NUEVO PROYECTO EN EL PAÍS VASCO

Por otro lado, Balfegó ha puesto en marcha en el País Vasco el proyecto Itsas Balfegó, compañía fundada por Balfegó y el centro de investigación AZTI, para el desarrollo de actividad acuícola de atún rojo vivo en aguas vascas.

De hecho, Itsas Balfegó acaba de presentar al Gobierno vasco un plan para crear la primera instalación acuícola de atún rojo vivo en jaulas sumergibles frente a la costa de Getaria que permitan sortear los efectos de los temporales del mar del Cantábrico durante el invierno.