Economía

La plantilla de UGT se moviliza contra el propio sindicato por plantear alzas salariales «irrisorias»

La plantilla de UGT saldrá a las calles de varias comunidades autónomas este miércoles para exigir al sindicato el desbloqueo de la negociación de su convenio colectivo marco, cuya vigencia finalizó en 2020 y que lleva en ‘ultraactividad’ desde entonces, según han informado a Europa Press en fuentes de las secciones sindicales de trabajadores de UGT.

En concreto, la plantilla del sindicato se concentrará hoy ante las sedes principales de UGT en Andalucía, Baleares, Madrid, País Vasco, Comunidad Valenciana, Extremadura y La Rioja, protestas que se suman a las ya realizadas en otras regiones y que continuarán con otra movilización de carácter más general en Madrid en los primeros días de mayo.

Los trabajadores de UGT denuncian que la propuesta del sindicato para el convenio supone un «recorte» de los derechos laborales de la plantilla que «avergonzaría a cualquier sindicalista», con una oferta salarial «irrisoria», inferior al IPC.

En concreto, el sindicato ha propuesto a sus trabajadores una subida salarial para 2022 del 2,8%, exclusivamente sobre salario base, y un incremento del 2,5% para 2023, porcentajes en ambos casos inferiores a los que UGT está reclamando a CEOE en la negociación del acuerdo interconfederal de negociación colectiva (AENC).

No obstante, las fuentes consultadas por Europa Press han señalado que la propuesta salarial del sindicato a sus trabajadores ha mejorado respecto a la inicial, que iba desde el 0% al 2%.

Junto a la propuesta actual de subidas del 2,5% (2023) y del 2,8% (2022), la dirección del sindicato propone una cláusula de revisión «de un porcentaje medio de los incrementos salariales que se obtengan en el sector de oficinas y seguros», lo que la plantilla considera que no tiene «ninguna lógica económica».

Entre las pretensiones de la ‘parte empresarial’ de la comisión negociadora está también que la vigencia del convenio finalice este mismo año, cuando ya han transcurrido casi cuatro meses del mismo, y eliminar, para las nuevas incorporaciones, la gratificación de jubilación.

Además, los trabajadores de UGT denuncian que el sindicato ha planteado reducir las cantidades para los trabajadores que cumplen con la antigüedad e «imponer» que en todos los organismos la jornada continuada sea sólo de dos meses (julio y agosto), cuando antes se daba libertad a cada organismo para establecer que ésta abarcara un tiempo mayor.

A su vez, advierten de que el sindicato quiere establecer para sus propios trabajadores una cláusula de nueva redacción con la que se pretende que, «de forma unilateral, se pueda acordar el descuelgue del convenio sin necesidad de justificación y negociación».

«Con estas propuestas de retroceso, que avergonzarían a cualquier sindicalista, es obvio que la parte empresarial no tiene como objetivo negociar de buena fe, y sólo pretende alargar un proceso cuyo fin último es destruir nuestro convenio colectivo marco», critican.

El convenio marco de UGT afecta a todos los trabajadores que prestan sus servicios en el sindicato mediante contrato laboral, quedando excluido el personal con responsabilidad política por haber sido elegido en los órganos políticos de la organización y el personal liberado, cualquiera que sea su cometido.