La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha señalado que las subidas de tipos acometidas por la institución «están empezando a funcionar», como se refleja en la desaceleración de la subida de precios en la eurozona, aunque ha reconocido que la tasa subyacente de inflación «sigue siendo demasiado alta», lo que sugiere que aún queda margen para seguir subiendo las tasas.
«Está empezando a funcionar», ha señalado Lagarde en un encuentro con estudiantes en Florencia (Italia), al referirse a la subida del precio del dinero en 350 puntos básicos desde el pasado mes de julio, después de que este viernes se haya conocido que la tasa general de inflación de la zona euro se ha moderado en marzo por quinto mes consecutivo, situándose en el 6,9% desde el 8,5% de febrero, su nivel más bajo desde febrero de 2022.
Sin embargo, la francesa ha reconocido que la tasa de inflación subyacente «es aún significativamente demasiado alta», después de que en marzo haya escalado a un nuevo récord del 5,7%. «Eso nos hace saber que aún tenemos un terreno que recorrer», ha apuntado.
No obstante, para la presidenta del BCE, las expectativas de inflación en la zona del euro siguen ancladas en gran medida, algo que ha considerado clave, particularmente por la influencia que pudiera tener su desanclaje en las negociaciones salariales.
«Necesitamos comunicar muy claramente que usaremos nuestras herramientas con la determinación y durante todo el tiempo necesario para lograr nuestro objetivo», ha advertido.
En cualquier caso, Lagarde ha reiterado que el BCE tiene la determinación de cumplir su mandato primario de estabilidad de precios, con una meta del 2% en el medio plazo, para lo que ha subrayado que «la mejor herramienta son los tipos de interés».
En este sentido, ha insistido en que el Consejo de Gobierno del BCE será dependiente de los datos a la hora de tomar sus decisiones reunión a reunión, pero con el objetivo claro de reducir la inflación de manera sostenible. «Haremos lo que sea necesario», ha asegurado.
TESIONES FINANCIERAS.
Por otra parte, en cuanto a las recientes turbulencias financieras, para la francesa es poco probable que suceda en la zona euro algo como lo ocurrido con el Silicon Valley Bank (SVB).
En este sentido, ha recordado que en Europa son examinados muchos más bancos en los test de estrés que en Estados Unidos y además se aplica Basilea III de manera estricta, a diferencia de lo sucedido en Estados Unidos.
Asimismo, ha explicado que en Europa no existe una concentración en un sector tan exclusivo como la que tenía SVB.
Por otro lado, Lagarde ha querido subrayar que las situaciones de Deutsche Bank y de Credit Suisse corresponden «a categorías completamente diferentes», ya que en su opinión «no tienen nada que ver».
«Creo que nuestro sistema es robusto y muy diferente del que era en 2008», ha apostillado.