El consejero delegado de Reig Jofre, Ignasi Biosca, ha afirmado este jueves que la farmacéutica aspira a alcanzar los 300 millones de euros de facturación este año.
Lo ha dicho en un encuentro con la prensa junto al director global de la Unidad de Negocio de Specialty Pharmacare, Joaquín García-Agustí, tras la junta general de accionistas de la empresa, que ha aprobado todos los puntos del día.
La empresa cerró 2022 con una facturación récord de 270 millones de euros y Biosca ha dicho que alcanzar los 300 millones este año confirmaría que las inversiones realizadas «están bien encauzadas».
Ha celebrado que, tras el periodo inversor, la empresa está centrada en rentabilizar estas inversiones y que la deuda –toda ella a tipo fijo– se ha reducido hasta dos veces el Ebitda.
Biosca ha explicado que la empresa distribuirá un dividendo flexible –los accionistas pueden elegir cobrar en efectivo o en acciones– de un importe máximo de 3,2 millones, un 40% de los beneficios.
Ha avanzado que las previsiones son que en un periodo de dos o tres años la deuda se haya reducido lo suficiente como para poder distribuir un dividendo en efectivo a todos los accionistas.
POLONIA
Biosca ha apuntado que el principal mercado en el que prevé crecer la empresa es Polonia, donde ha abierto una filial que en 2022 ya facturó 7 millones de euros.
La empresa polaca tiene su propio equipo directivo y las previsiones son llegar a 50 empleados, y en un primer momento se ha centrado en la vertical de Specialty Healtcare, aunque García-Agustí ha explicado que el objetivo es tener las tres unidades de negocio en el país.
La filial también sirve de banco de pruebas para la expansión de la empresa a nuevos mercados del este y el norte de Europa, como República Checa y Finlandia.
PRECIO REGULADO
Biosca ha lamentado que los precios de algunos medicamentos sin patente se mantengan en mínimos «desde que se pagaban en pesetas», ya que la inflación ha provocado que se tengan que vender por debajo del coste de producción.
Ha dicho que es una de las explicaciones por la falta de stock de algunos medicamentos, ya que las empresas tienen una capacidad productiva limitada y si deben escoger, fabrican los que tienen margen.
Además, ha habido problemas de suministro de materias primas, lo que ha provocado que los productores han preferido vender a mercados en los que el producto final tiene un mayor precio.