El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, cree que el «rango alto» de los tipos de interés del Banco Central Europeo se quedará en el entorno del 3,5% o 3,75%, y que el Euríbor a 12 meses llegará al 4%, si bien ha advertido que la «enorme volatilidad del mercado» hace que se deban tomar con precaución las previsiones.
Así lo ha manifestado en Valencia durante un almuerzo-conferencia bajo el título ‘El sector bancario en el nuevo entorno’, en el marco de Forinvest 2023, al que han asistido representantes empresariales, de las finanzas y políticos.
Goirigolzarri, preguntado por hasta dónde cree que se endurecerán las condiciones de financiación en Europa, ha indicado que la inflacion es el prinipal factor de riesgo y, sobre todo, ha apuntado a los índices de inflación subyacente en España y en conjunto de Europa como el mayor factor de incestidumbre. «Cuanto más tarde en dominarse la inflación, el interés irá subiendo y eso tedrá un impacto previsible en el PIB», ha señalado.
Bajo esta premisa, cree que un tipo de interés del BCE en torno al 3,5 o 3,75% y un Euríbor al 4% son los niveles que le «parece que están marcando el rango alto donde van a llegar los tipos de interés».
El presidente de CaixaBank ha llamado a «poner las cosas en perspectiva», porque hace un año el Euríbor era del -0,25% y, aunque ha habido una evolución en los últimos meses «extraordinariamente abrupta», «estamos en un proceso de normalización de la política monetaria». «Dicho eso, este proceso de normalización espero que no dure mucho tiempo y que, en too caso, lo que estamos viendo de este nivel de tipo en torno al 4% espero que esté en el rango alto».
Además, ha agregado que «afortunadamente» la banca española está aplicando «en los tipos de interés más bajos tanto para pymes como para familias» si se compara con el resto de Europa, salvo Francia.
Sobre las perspectivas de la economía española, Goirigolzarri ha señalado que «se está comportando mucho mejor de lo que esperábamos» y que «siempre» ha pensado que se estaba «exagerando» en la primera parte del año el impacto que tendría la situación actual, «esa idea de que después de verano llegaría la caída del Imperio Romano».
PREVÉ QUE EL PIB CREZCA UN 1,5% ESTE AÑO
Así, ha puesto en valor que el crecimiento del PIB se prevé que se sitúe en un 1,5%, un crecimiento «discreto», y que «la situación del mercado de trabajo es mucho mejor» de la esperada y está «sorprendiendo positivamente».
No obstante, ha advertido que «no tenemos que olvidar que no hemos recuperado el PIB de 2019» y que, de cara al futuro, habrá «dos elementos muy relevantes». Por un lado, la «vulnerabilidad» que supone el «desequilibrio fiscal» y, por otro, la «baja productividad», para la que hacen falta reformas «muy complejas» en el contexto de «aritmética electoral» actual.
Goirigolzarri ha afirmado que la banca está en un escenario mejor que en 2010 y 2011 porque «los gestores han hecho un buen trabajo» y el BCE
está «proveyendo de liquidez al sistema financiero» y «jugando un papel muy importante permitiendo a la banca desempeñar su papel en lo que tiene que ser la sociedad».
RETOS DE LA BANCA: DIVERSIDAD DE CLIENTES Y REPUTACIÓN
No obstante, ha indicado que el sector bancario se enfrenta a «muchos retos de futuro». Entre ellos, los cambios de hábitos de sus clientes y las «capas de clientela con hábitos muy diferentes» cuando se debe dar «a todos un servicio excelente».
En segundo lugar ha situado el reto de la rentabilidad de la banca. Goirigolzarri ha insistido en que «el hecho de que la banca sea rentable no solo es bueno para los accionistas, es bueno para la sociedad», porque «puede financiar la economía».
Asimismo, ha indicado que la banca europea tiene una rentabilidad por debajo de su coste de capital y «de lo que exigen los inversores», tras una «travesía en el desierto» durante muchos años. «Me sorprende que la gente se olvide de lo que vivimos en 2012» y de que la debilidad de las entidades bancarias «tiene sus repercusiones».
En esa línea, como tercer reto, ha puesto el foco en la imagen y reputación de la banca «claramente dañada por las consecuencias de la crisis financiera». «Tenemos que ser capaces de transmitir a la sociedad que somos un sector absolutamente esencial para el futuro de la sociedad» y que es «difícil visualizar cómo hacer la transición ecológica si no es con la ayuda y protagonismo extraordinario de la banca».
En cuanto al papel que jugará CaixaBank en toda esta coyuntura, Gorigolzarri ha señalado que la entidad acaba de terminar su proceso de integración y que su vocación es «liderar el proceso de transformación de la banca» hacia un modelo «inclusivo, más cerca de la sociedad y de las familias». En esa línea, ha expuesto que el Plan Estratégico 2022-2024 se basa en el crecimiento de negocio, de los canales de distribución y en el objetivo de ser «una referencia en sostenibilidad en Europa».
Por otro lado, respecto a su visión sobre el escenario global desde un punto de vista geoestratégico, ha señalado que «la palabra que mejor lo define es incertidumbre». Ha expuesto que la transición energética y la digitalización han coincidido con «fenómenos insospechados» como la pandemia y la invasión de Ucrania, que además de un drama humano han derivado en cambios en el concepto de globalización y en el reconocimiento a la importancia de la energía y de la cadena de suministro.
Sobre el replantemaineto de la globalización, Gorigolzarri ha lamentado que en el debate público hayan surgido ideas «soterradas» que «van en contra de los conceptos de multilateralismo» y prefieren proteccionismo y bilateralismo. Así, ha señalado que detrás «hay conceptos que enfrentan a los que defendemos la libertad y el derecho de los individuos con los que entienden que es mejor hablar de comunidades y de seguridades que de libertad». En Europa, aunque se está dando esta dialéctica, «resiste de forma positiva».
A su juicio, Europa, cuando mira hacia adelante, la única solución que tiene es más Europa» y «reconstruir niveles de autonomía» desde el punto de vita tcnológico, energético y de seguridad.