Las diferencias en niveles de PIB per cápita entre comunidades autónomas, que venían reduciéndose desde 1980, han mostrado un ligero aumento desde 2008, apuntando a un cierto estancamiento en el proceso de convergencia entre regiones.
Así se desprende del informe ‘Cambios recientes en el patrón de convergencia entre regiones’, publicado este martes por el Banco de España, en el que se explica que la productividad del trabajo, en gran medida impulsada por la acumulación de capital, fue el principal determinante del proceso de convergencia entre 1980 y 2008, y es el principal contribuyente de su estancamiento posterior.
Sin embargo, el estudio apunta a que el proceso de envejecimiento poblacional del período más reciente, especialmente acusado en las regiones con mayor renta per cápita, ha contribuido a la reducción de las diferencias, si bien no con la intensidad suficiente para compensar el efecto del resto de los factores.
HASTA 2008 LAS REGIONES MÁS POBRES CRECIERON CON MAYOR INTENSIDAD
De acuerdo con el informe, hasta 2008 se produjo una disminución de las diferencias económicas entre regiones, de forma que las más pobres crecieron con más intensidad. Sin embargo, tras la crisis financiera esta tendencia se paralizó.
El principal elemento que explica la paralización del proceso de convergencia desde 2008 es la productividad del trabajo, ya que el mercado de trabajo tiene una contribución muy reducida, y la demografía habría contribuido recientemente en sentido contrario.
Esto, a su vez, ha venido determinado tanto por la acumulación de capital físico como por el crecimiento de la productividad total de los factores, que ya no son mayores en las regiones con menor nivel de PIB per cápita.
Por otro lado, la demografía ha desempeñado recientemente un papel contrario, favoreciendo la convergencia, al presentar las regiones más ricas un envejecimiento poblacional más acusado.