La tasa de inflación interanual de Turquía se situó el pasado mes de febrero en el 55,18%, frente al 57,68% de enero, lo que supone la cuarta bajada consecutiva del índice de precios, según los datos publicados por el Instituto Estadístico Turco (Turkstat).
De este modo, la media móvil de la inflación en los últimos doce meses se situó en el 71,83%, frente al 72,45% en enero.
En términos mensuales, el IPC turco subió un 3,15%, después del alza del 6,65% en enero. En febrero de 2022 la subida mensual de los precios fue del 4,81%.
La agencia estadística otomana advirtió de que debido a los terremotos en el país, los ‘datos de campo’ no pudieron recopilarse en las provincias de Gaziantep, Malatya y Hatay, mientras que se siguieron usando «datos de escáner de código de barras del lugar de trabajo» y «datos de precios recopilados de internet mediante técnicas de web scraping».
En el segundo mes de 2023, el menor incremento anual de los precios fue del 21,69% en ropa y calzado, así como en comunicación, con un alza del 36,44%, mientras que la educación elevó un 44,15% los precios.
Por su parte, el mayor incremento interanual fue el de los hoteles y restaurantes, con un 74,34%, mientras que el coste del sector de la salud aumentó un 70,08%, y el de los alimentos y bebidas no alcohólicas un 69,33%.
El pasado 23 de febrero, el Banco Central de Turquía decidió bajar el tipo de interés de referencia en 50 puntos básicos, hasta situarlo en el 8,50%, con el fin de prestar apoyo a la recuperación después de los terremotos en el país.