El consejo de administración de Abertis ha propuesto el reparto de un dividendo de 602 millones de euros a sus accionistas, ACS y Atlantia, el mismo importe que repartió hace un año, a razón de 0,66 euros brutos por acción.
Así figura en la convocatoria de la próxima junta general ordinaria de accionistas, que se celebrará el próximo 28 de marzo y en la que también tocará renovar los cargos de los actuales consejeros o nombrar nuevos, cuyos nombres anunciará próximamente.
A partir de 2021, la compañía redujo el importe de los dividendos, que en 2020 ascendieron a 875 millones de euros o 0,96 euros por acción, como consecuencia del estallido de la pandemia de coronavirus.
Desde entonces, tanto en 2021 como en 2022, y ahora en 2023, reparte 600 millones de euros cada año y así lo seguirá haciendo al menos hasta 2024, según lo decidió la compañía en la junta de accionistas del año pasado.
Abertis obtuvo un beneficio neto de 668 millones de euros en 2022, lo que representa una caída del 3% respecto al año anterior, pese a registrar una mejora tanto de los ingresos como del resultado operativo.
Los ingresos crecieron un 5%, hasta los 5.102 millones de euros, y el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 3.536 millones de euros, un 6% por encima de los del año anterior, tras dejar a tras el impacto de la pandemia, que lastró sus cuentas durante dos años.
El grupo cerró el ejercicio con un incremento de tráfico del 8,2% respecto al 2021 y una recuperación total sobre el año 2019 de un 3,3%. Tras un ejercicio marcado por la recuperación de la movilidad, se observó un fuerte crecimiento en los vehículos ligeros, en concreto un 10,1%, destacando el crecimiento del tráfico en Europa, mientras que el comportamiento de los vehículos pesados experimentó un incremento de 2,1%.
La mayor parte de la contribución al Ebitda procedió de Francia (39%), seguido de México (14%), Chile (12%), España (11%), Brasil (10%) e Italia (7%). También registró una buena evolución el negocio en territorio norteamericano (EE.UU. y Puerto Rico), cuya aportación supera ya el 5% del Ebitda.
La inversión desembolsada en 2022 ascendió a 818 millones de euros, un 29% más que en 2021, principalmente en mejoras en el mantenimiento y capacidad de las vías, con inversiones importantes en Francia, Italia, México y Brasil.
Por su parte, la deuda neta a cierre del ejercicio se situaba en 21.809 millones de euros, la mayor parte a tipo fijo (78%). La liquidez del grupo superaba los 8.300 millones de euros, que cubren los vencimientos de deuda de los próximos 2 años.