La compañía minera y de compraventa de materias primas Glencore ha sido condenada a pagar 700 millones de dólares (660,7 millones de euros) en daños punitivos por organizar una trama de sobornos por todo el mundo.
Un tribunal federal de Nueva York ha impuesto esta sentencia tras alcanzarse un acuerdo con la Fiscalía que implicó que Glencore se declarase culpable en mayo de violar la Ley contra las Prácticas Extranjeras Corruptas.
Así, la empresa suiza deberá pagar una multa de 428,5 millones de dólares (404,4 millones de euros) más otros 272,2 millones de dólares (256,9 millones de euros) en concepto de confiscación penal.
Esta sanción es parte de un proceso más amplio que ha conducido al desembolso por parte de Glencore de 1.500 millones de dólares (1.416 millones de euros) para cerrar las investigaciones abiertas en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil por sobornos y manipulación del mercado. Fruto de esto, Glencore se declaró culpable de una lista de cargos que iban desde corrupción a cohecho en América del Sur y África.
La Fiscalía acusaba entonces a Glencore de pagar más de 100 millones de dólares (94,4 millones de euros) en sobornos a funcionarios en Brasil, Nigeria, la República Democrática del Congo y Venezuela.
Esto reportó a la compañía 315 millones de dólares (297,3 millones de euros) por los favores recibidos como contrapartida. Un juez de Londres dictó una multa de 333 millones de dólares (314,3 millones de euros) por ofrecer tales dádivas y acceder a depósitos de petróleo de manera irregular.
Además, Glencore admitió haber manipulado los precios de los combustibles en el mercado estadounidense. Por este último delito, tuvo que abonar 486 millones de dólares (458,7 millones de euros) en Connecticut.