Los terremotos que arrasaron Turquía a comienzos de febrero causaron daños directos de 34.200 millones de dólares (32.249 millones de euros), lo que equivale al 4% del PIB turco de 2021, según ha cuantificado de forma preliminar el Banco Mundial.
Asimismo, el organismo internacional advierte que los costes de la reconstrucción serán mucho mayores que esta cantidad, posiblemente hasta se duplicarán. De forma similar, el lucro cesante por infraestructuras y edificios dañados incrementarán esta factura.
La catástrofe ha hecho que 1,25 millones de personas queden sin hogar, al menos temporalmente, debido a los daños provocados en las viviendas de la zona. El organismo estima que el 53% de los daños han afectado a edificios residenciales, el 28% a edificios no residenciales, de los que muchos son escuelas o centros sanitarios. El 19% restante dañó infraestructuras de transporte, hídricas o eléctricas.
El Banco Mundial ha recordado que los seísmos de 7,8 y 7,5 grados y las 7.500 réplicas posteriores han devastado las regiones con más pobreza del país, las cuales, además, ya acogían 1,7 millones de refugiados sirios.
«Es conmovedor ver la movilización de la comunidad internacional para ayudar en las labores de rescate. El Banco Mundial inmediatamente aportó sus recursos financieros y su experiencia para ayudar en la reconstrucción de Turquía», ha dicho la vicepresidenta del Banco Mundial para Europa y Asia Central, Anna Bjerde, en referencia a los 1.780 millones de dólares (1.680 millones de euros) desplegados en los primeros compases de un desastre que se ha cobrado decenas de miles de vidas.