Ebro Foods logró 122,05 millones de euros de beneficio neto en 2022, lo que supone un descenso del 48% respecto al ejercicio precedente por menores extraordinarios, según ha informado la multinacional española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, la multinacional ha precisado que el beneficio neto a perímetro comparable, es decir, excluyendo la contribución de los negocios desinvertidos de pasta seca (105 millones de euros), cae un 6,6%, hasta los 135,6 millones de euros, por las diferencias de cambio de moneda, cifrada en 9,4 millones de euros y la pérdida generada en la desinversión de Roland Monterrat (20 millones de euros).
De esta forma, aislando estos dos parámetros de carácter eventual y extraordinario, el incremento del beneficio neto de la compañía respecto a 2021 sería de un 13,6%.
Por su parte, la cifra de negocio alcanza los 2.967,6 millones de euros, un 22,3% más que en el ejercicio 2021, impulsado por una gestión eficiente de la cadena de suministro y una sólida cartera de sus marcas.
El resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda-A) se incrementa un 10,9% respecto a 2021, hasta situarse en los 334,6 millones de euros, tras elevar la inversión publicitaria más de dos puntos, mientras que la deuda neta se sitúa en 762,6 millones de euros, lo que supone 207,3 millones de euros más que a cierre del ejercicio 2021, un 17% más.
Respecto a las áreas de negocio, en el arroz, en un escenario caracterizado por la disparada inflación de costes en todos los ámbitos operacionales, la división registró unas ventas de 2.329,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 25,3%, y un Ebitda-A de 289,8 millones de euros.
Mientras que el área de pasta también sufrió el impacto de una elevada inflación de costes y tuvo que afrontar los altos precios de las materias primas y la ralentización de consumo del fresco al situarse en categorías de precios más elevados.
De esta forma, la cifra de ventas de la pasta se elevó un 10,3% más, hasta los 651,5 millones de euros y alcanzó un Ebitda-A de 58,4 millones de euros, lo que supone un 15% menos.
CIFRA EN 234 MILLONES EL IMPACTO DE LA INFLACIÓN EN 2022 QUE NO TRASLADÓ
Ebro ha calificado el 2022 de un año «muy complicado» en el que la compañía ha puesto de manifiesto su alta capacidad de gestión para afrontar satisfactoriamente las múltiples complejidades de un entorno inflacionista, agravado por los efectos colaterales de la guerra en Ucrania.
Este contexto inflacionario ha supuesto un aumento de costes de 234 millones de euros respecto a 2021, que precisa que no ha sido trasladado al 100% a los precios de sus productos, ya que se ha solventado en gran medida a la diligencia en la toma de decisiones, la implementación de medidas de ahorro, la eficiencia de sus plantas productivas, la diferenciación y atributos de valor de sus marcas, entre otros.
De esta forma, valora de forma «muy positiva» el 2022, ya que el grupo ha sido capaz de mejorar sus resultados, alcanzando niveles próximos a los que tenía antes de la desinversión de Panzani en 2021, y continuar con el desarrollo de su estrategia empresarial tras desprenderse de negocios no estratégicos para Ebro, como Roland Monterrat, invirtiendo 118,8 millones de euros en crecimiento orgánico y afianzando su posición empresarial en Estados Unidos tras la compra de InHarvest.
Sin embargo, Ebro advierte de que el 2023 será «igualmente difícil» por la evolución de la inflación, la necesidad de continuar negociando traspaso de precios, las sequías del Sur de Europa y los altos precios del Basmati, entre otros aspectos, por lo que estima un extra coste de 225 millones de euros para este ejercicio.
«Estamos convencidos de que el grupo está en una buena posición para afrontar con éxito los retos del ejercicio», han subrayado.