La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha invitado a las grandes empresas a buscar otros proveedores de gas natural licuado (GNL) que no sean Rusia.
En declaraciones a la prensa, Ribera ha reconocido que las importaciones de GNL han aumentado de un 9-10% a un 12%, pero ha incidido en que «no hay una herramienta» para prohibir estas importaciones, salvo que el Estado pague los metaneros procedentes de Rusia a los importadores, que son empresas privadas.
Y es que, en el marco de sanciones impuestas Rusia, ha habido decisiones para prohibir importar algunas materias primas del país, pero no del gas natural licuado en concreto.
Es por ello que la responsable energética del Gobierno ha invitado a preguntar a los importadores sobre si no pueden dejar de incrementar el volumen de importación de Rusia y buscar otros proveedores.
De hecho, el aumento de importaciones de GNL de Rusia le ha costado al Gobierno las críticas del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Al ser preguntada por estas críticas, la vicepresidenta ha lamentado que al ‘popular’ «no le han explicado bien cómo funciona el aprovisionamiento de materias primas».
«Quizá Feijóo puede preguntarle a las grandes compañías que importan GNL si no pueden buscar otros proveedores», ha concluido la ministra.
DESDE CONTAR CON RUSIA COMO PROVEEDOR ENERGÉTICO
Por otro lado, la ministra ha señalado que independientemente de que se produzca un inicio de proceso de paz en Ucrania, España «no puede contar con Rusia» en materia de seguridad energética.
En declaraciones a la prensa, la vicepresidenta ha asegurado que a pesar de la guerra, España está en condiciones de seguridad de suministro. No obstante, ha señalado que al margen de lo que dure el conflicto bélico, Rusia ya no es un «suministrador fiable».
«Incluso en el supuesto de que se produjera un cese d las hostilidades y un inicio del proceso de paz, no podemos contar con Rusia para nuestra seguridad energética», ha indicado la vicepresidenta.
En este sentido, la ministra para la Transición Ecológica ha apuntado que Europa «está aprendiendo a independizarse de Rusia», aunque ello suponga plantearse una transformación del sistema energética y afrontar nuevos desafíos como el suministro de materias primas o la actualización de los marcos regulatorios.