Nvidia registró en el año fiscal 2023, que comenzó en febrero de 2022 y terminó en enero de 2023, unos beneficios netos atribuidos de 4.368 millones de dólares (4.126 millones de euros), lo que implica una contracción del 55,2% respecto a las ganancias de 9.752 millones de dólares (9.212 millones de euros) de 2021, según ha informado la compañía estadounidense de procesadores.
En cuanto a los ingresos, estos se situaron en 26.974 millones de dólares (25.480 millones de euros), y suponen un mínimo incremento del 0,2% comparado con el volumen de negocio de 26.914 millones de dólares (25.424 millones de euros) del año previo.
Sobre los sectores más relevantes de la compañía, el de los centros de datos reportó 15.010 millones de dólares (14.179 millones de euros), un 41% más. Sin embargo, la división de videojuegos vio mermados sus ingresos un 27%, y facturó 9.070 millones de dólares (8.568 millones de euros).
Mientras tanto, en el mismo periodo, los costes de ventas, generales, administrativos, de I+D y de adquisición se encarecieron un 49,7%, hasta los 11.132 millones de dólares (10.516 millones de euros).
Después, en el cuarto trimestre, el beneficio neto alcanzó 1.414 millones de dólares (1.336 millones de euros), frente al saldo positivo de 3.003 millones de dólares (2.837 millones de euros) de un año antes, un 52,4% menos interanual.
Por su parte, los ingresos trimestrales fueron de 6.051 millones de dólares (5.716 millones de euros), lo que equivale a una caída del 20,8% comparada con la facturación de 7.643 millones de dólares (7.220 millones de euros) de 2021.
«El sector de los videojuegos se está recuperando del revés postpandémico», ha señalado el fundador y consejero delegado de Nvidia, Jensen Huang. Además, Nvidia repartirá un dividendo trimestral de 0,04 dólares (0,038 euros) por acción que será abonado el 29 de marzo.