(Información remitida por la empresa firmante)
— La estrella canina de Gunther’s Millions, de Netflix, compra la isla privada de Nicolas Cage en Bahamas e inicia una colección de NFT
LOS ÁNGELES, 22 de febrero de 2023 /PRNewswire/ — La nueva serie de Netflix, Gunther’s Millions , no se parece a nada que hayamos visto desde los albores del Rey Tigre. Su temática extraña y descarnada mantiene a los espectadores pegados a la pantalla mientras se preguntan: «¿puede ser más loco?». Y lo es.
La serie, que se estrenó el 1 de febrero, amplía la historia de Gunther VI (un pastor alemán valorado en 400 millones de dólares) y su titiritero, el magnate italiano Maurizio Mian. Una vez más, un hombre de Pisa ha allanado un nuevo camino para la brillantez no convencional de la misma manera que el propio Galileo Galilei de Pisa lo hizo hace siglos.
Como cuidador de Gunther, Mian se ha metido de lleno en el negocio de la NFT con una colección prevista llamada «Gunther’s Rich Dog Collection». Una isla privada apodada Leaf Cay, antigua propiedad de Nicolas Cage, también va a ser comprada por Gunther. ¿El precio de compra? Bueno, Maurizio te lo puede decir.
Con la compra de Leaf Cay, Mian y The Gunther Corporation planean continuar la investigación científica sobre la felicidad, los experimentos sociales, las iniciativas de bienestar animal y la diversificación de los activos de Gunther.
Centrada en una herencia de casi 500 millones de dólares dejada a Gunther, la historia de Gunther’s Millions gira en torno a las escapadas del perro ideadas por Mian, en relación con el neuropsicoanálisis de sus investigaciones. A partir de estos estudios, se espera lograr una comprensión más concreta del comportamiento emocional humano a través de lentes invisibles.
Gunther y su patrimonio -originalmente propiedad de una misteriosa condesa alemana envuelta en el secreto- fueron los únicos beneficiarios de uno de los principales gigantes farmacéuticos europeos, responsable del medicamento para la osteoporosis Fosamax. El perro quedó al cuidado de Mian tras la abrupta muerte de la condesa, y sin marido, hijos ni parientes cercanos que administraran su patrimonio, Mian (un amigo de la familia) fue elegido por su extraña pero aguda brillantez para gestionar su herencia.
Lo que siguió fueron cabezas giradas, turbas de fans, prensa mundial, vínculos con famosos, coches deportivos raros, megayates, clubes nocturnos de «amor libre», evasión de impuestos, bandas de pop de culto, equipos de fútbol liderados por estrellas del porno, la mansión de Madonna en Miami Beach y, lo que es más intrincado, un proyecto de investigación de tres décadas sobre la búsqueda de la felicidad.
Sorprendentemente, ésta es la punta del iceberg, ya que la historia de Gunther no ha terminado, ni el linaje canino vale más que su peso colectivo en oro.
Gunther’s Millions se emite por streaming en Netflix.
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