Los sindicatos de la Inspección de Trabajo han convocado este miércoles una jornada de paro total en todos sus centros de trabajo para exigir al Gobierno el cumplimiento del acuerdo del 7 de julio de 2021, en el que el Ejecutivo se comprometió a fortalecer al organismo con más personal y recursos.
Esta será la tercera jornada de huelga de los trabajadores de la Inspección de Trabajo, que en los últimos meses también han recurrido a movilizaciones y concentraciones parciales para conseguir avances por parte del Gobierno.
Los sindicatos consideran que el Ejecutivo sigue incumpliendo el acuerdo a pesar de sus presiones y lamentan que la negociación colectiva esté fallando «de forma estrepitosa» en el Ministerio de Trabajo y Economía Social, cuya titular, Yolanda Díaz, siempre hace alarde del diálogo.
CCOO lamentó este martes, en un comunicado, que Trabajo está fracasando tanto en el fondo como en las formas, con «un desplante permanente» y un «innegable desprecio» a la representación de la plantilla.
«En cuatro meses, ni el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, ni mucho menos la ministra, han encontrado hueco en su agenda para tratar los problemas existentes», continuaba el comunicado del sindicato.
CCOO también reprochó a la dirección política del Ministerio su falta de interés por las condiciones de trabajo y les acusó de «instrumentalizar los esfuerzos» de la plantilla de la Inspección «en beneficio propio».
«Las manifestaciones del Ministerio de Trabajo y del Gobierno apostando por fortalecer la Inspección de Trabajo y Seguridad Social tienen más de postura estética que de compromiso para superar las deficiencias en el organismo», insiste el sindicato en su comunicado.
Las críticas de CCOO también se extienden al Ministerio de Hacienda y Función Pública, que sigue sin explicar «cuál es el obstáculo que impide sustanciar las medidas que se pactaron».
Al igual que CCOO, desde CSIF recuerdan al Gobierno la «caótica situación» de la Inspección, que ve cómo aumenta la carga de trabajo labores sin que se incremente el personal.
«La plantilla denuncia la falta de medios para supervisar de manera adecuada la adecuación por parte de las empresas del nuevo Salario Mínimo Profesional, cuya entrada en vigor ha supuesto una carga de trabajo añadida a la ya de por sí saturación de las labores de Inspección. A esta situación sobrevenida se suma también una campaña para detectar casos de discriminación salarial por razón de sexo en el ámbito laboral», agrega CSIF en su comunicado.
El sindicato también responsabiliza a Díaz de «desembarazarse» del problema y de señalar «como responsables en exclusiva» al Ministerio de Hacienda y Función Pública.
PLANTEAN UNA HUELGA INDEFINIDA
La Inspección de Trabajo convocó la primera huelga de su historia el pasado 21 de diciembre, seguida de otra el 25 de enero, y ahora llama a los trabajadores a una tercera jornada con la que los sindicatos agotan la primera fase de movilización.
La jornada de huelga de este miércoles estará acompañada de una concentración ante la sede central de la Inspección, en el Ministerio de Trabajo, donde se espera que los sindicatos convocantes ofrezcan declaraciones sobre las 12.00 horas para informar del seguimiento y de los datos más relevantes.
CCOO, CIG, CSIF, Sitss, Sislass, UGT, UPIT y Usess advirtieron la semana pasada, de que, tras la huelga del 22 de febrero, «endurecerán» e «intensificarán» sus protestas, con huelgas parciales continuas y no sólo de un día al mes, en caso de que el Ejecutivo no responda a sus demandas.
Los representantes sindicales y de las asociaciones profesionales de la Inspección no descartan incluso ir a una huelga de carácter indefinido si el Gobierno no cumple con el acuerdo de julio de 2021.
Las protestas sindicales no quedarán solo en huelgas y paros, ya que los sindicatos presentarán una denuncia contra el Gobierno español ante las autoridades de la Unión Europea por incumplir dicho acuerdo y «vulnerar» la Carta de Derechos Fundamentales en materia de negociación colectiva.
Las organizaciones sindicales y asociaciones profesionales del organismo han argumentado que la anterior Relación de Puestos de Trabajo de la Inspección data de hace más de 20 años, por lo que es necesario dar cumplimiento a la que se acordó con los sindicatos e incorporar de manera inmediata los 500 efectivos que se habían prometido de manera urgente y progresivamente el resto de personal comprometido.
Los convocantes advierten de que la Inspección está funcionando por voluntad de sus trabajadores, porque realmente «está en colapso», con jornadas laborales «insoportables», que requieren trabajar sábados y domingos para cumplir objetivos, y todo ello «a costa de la salud y seguridad» de su plantilla.
Ésta está compuesta por 3.000 efectivos, de los que 2.200 son inspectores y subinspectores y el resto, personal de estructura, que deben atender a 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, 1,4 millones de empresas y 10 millones de pensionistas.